Lopetegui se equivocó en lo que nunca se equivoca, acertó en lo que nunca acierta y el Sevilla siguió la misma dinámica. De un 2-0 en la primera mitad a un 2-3 al final del encuentro ante el Real Madrid. El crédito del vasco, después de esto y pese a la polémica, bajo mínimos.
Acertó en el planteamiento, algo de lo que el técnico vasco siempre ha pecado desde que llegó al Sevilla. Es un técnico intervencionista, que mejora en el 99% a sus equipos en las segundas mitades, y parecía que todo iba sobre ruedas. La presión, lo corto que hizo el campo, la activación y los onces futbolistas en el campo eran los idóneos para someter al Madrid como lo hizo. La ‘BMK’ desaparecida, el Sevilla jugando a pocos toques y con mucha velocidad y haciendo daño en cada balón dividido. Rakitic marcó un gol de falta para los nervionenses después de un siglo y Lamela, con un jugadón de Koundé y Tecatito, puso el segundo en el luminoso en torno a la media hora de encuentro y todo parecía imposible de resquebrajarse.
El encuentro empezó a cambiar cuando Camavinga, con amarilla, derriba y lesiona a Martial con el ‘beneplácito’ de Cuadra Fernández, que ni señaló falta teniendo amarilla y que acarreaba la expulsión sí o sí. La entrada de Rafa Mir, y no por su mala hacer, dio comienzo a la caída del Sánchez-Pizjuán.
Tras el paso por vestuarios, todo lo bueno que hizo el Sevilla en la primera no existió. El equipo estaba sometido por el Real Madrid al completo, no dando dos pases seguidos y defendiendo como siempre, en la frontal de su área. En otros tiempos no significaría pasar apuros, pero ni su entrenador está en su mejor momento y las piernas, que son vitales en el fútbol pese al enfado provocado por perder el encuentro, también. En el 49′, con un error en cascada de Navas que acaba en Diego Carlos errando en la marca, Rodrygo comienza la remontada del Madrid ante un equipo en estado catatónico.
Intentó reflotar al equipo Julen con Gudelj y Augustinsson y en el descanso con Óliver por el Papu, pero lo que hizo fue hundirlo más. Si ya te atacaban por la derecha, lo de la izquierda iba a ser espectacular. El extremeño no le dio movilidad ni precisión alguna al equipo y quedó retratada la segunda unidad. Quizás, y solo quizás, Lopetegui no tenía otra cosas que hacer cuando tuvo que sustituir a cuatro futbolistas con problemas físicos.
Cuadra Fernández compensó, en cierta medida, la no expulsión de Camavinga anulando un gol a Vinicius por una supuesta mano. El brasileño controló con el hombre de forma clarísima, señaló la infracción y tras varias visualizaciones en el monitor mantuvo su errónea decisión -otra más-.
Los minutos finales fueron un mitin del Sevilla, como toda la segunda mitad, y Nacho, en la primera pelota que toca, y Benzema ya en el descuento le dieron la vuelta a la tortilla. El Sevilla no pudo aguantar el asedio, no logró Lopetegui cambiarle la cara al equipo e hincó por primera vez la rodilla en el Sánchez-Pizjuán en liga.
La situación para Lopetegui no es fácil. Su continuidad depende de Monchi, pero su crédito, pese a una temporada en la que todo sale del revés, está en la reserva.
FICHA TÉCNICA
Once del Sevilla FC: Bono; Navas, Koundé, Diego Carlos, Acuña; Joan Jordán, Rakitic; Lamela, Corona, Papu Gómez (45′, Óliver Torres); y Martial (40′, Rafa Mir).
Once del Real Madrid: Courtois; Lucas, Militao, Alaba, Carvajal; Camavinga, Kroos, Modric; Valverde, Vinicius y Benzema.
Goles: 1-0 (22′, Rakitic), 2-0 (27′, Lamela), 2-1 (49, Rodrygo), 2-2 (82′, Nacho), 2-3 (90+2′, Benzema).
Arbitraje: Cuadra Fernández (Comité Mallorquín). Amonestó a Camavinga, Mariano y Nacho en el Real Madrid. Vieron amarilla Martial, Diego Carlos y Óliver Torres.