Jorge Sampaoli vuelve a tomar oxígeno. El de Casilda, presionado en los últimos días por la aterradora derrota ante el Atlético de Madrid, ha conseguido un triunfo importante para mantenerse con ventaja en la competición europea:
«Para nosotros es importante haber ganado un partido de este tipo contra un rival de la jerarquía en la que jugamos. El valor emocional que genera ganar en casa y la confianza hace que sea un plus. Teniendo poco tiempo para preparar el partido del domingo, esto nos ayuda mucho», apuntaba el técnico sevillista al inicio de su intervención.
Más allá de esta victoria, los sevillistas buscan alargar esa confianza generada en el segundo tramo del encuentro para pasar el partido de vuelta en Turquía:
«En estas series de ida y vuelta tienes que acertar en el momento justo. Si hubieran acertado en el primer tiempo, quizás la historia sería otra. Tenemos que empezar a afianzar diferentes situaciones para que no nos pase lo que nos sucedió en la primera mitad. El domingo tenemos un rival al que tenemos que vencer y estar preparados para generar desde las emociones un partido de mucho ataque y organización».
Al margen de la victoria, el Sevilla deberá seguir corrigiendo fallos en zona defensiva si su intención es seguir manteniéndose en Europa League:
«Cambiamos la estructura y los nombres propios; juntamos un poco más las líneas. Ellos jugaron con un sistema que no esperábamos y tuvimos que reacomodar nuestro sistema defensivo. En la primera mitad no podíamos superar la línea de presión del rival. Modificamos cosas que nos dieron el resultado».
«Acá nada es suficiente. El rival es un buen equipo. Tenemos que intentar ser extremadamente agresivos allí, y tratar que la euforia del Fenerbahçe no nos incomode. La serie no está cerrada. Tenemos que seguir aprendiendo de este tipo de partidos para conformar un bloque futbolístico en lo defensivo y en lo global del juego».
La aparición estelar de Dmitrovic en una noche como ésta, sumada a la extraordinaria aportación de Joan Jordán en el juego colectivo demuestran la sana intención de salir de un momento sin precedentes:
«Pensamos que al tener dos grandes porteros, Dmitrovic tenía la posibilidad de jugar este partido. Estoy feliz por eso».
«Jordán estabilizó el equipo desde el juego. Pasando Fernando atrás, teníamos más control en la línea. Todo esto nos ilusiona para lo que viene».