Los pupilos de Julen Lopetegui vuelve a la normalidad en cuanto a su fútbol se refiere. Una primera parte muy flojita en cuanto a acciones ofensivas se refiere y que en defensa estuvieron muy desconectado. No obstante, en la segunda el equipo cambió con la entrada de varios jugadores desde casi los primeros compases.
Bono (7): Un fallo defensivo de Navas hizo que el esférico entrara en su portería sin apenas oportunidades de hacer nada. Por lo demás, correcto en la salida de balón con los pies y los desplazamientos en largos y las que tuvo el Mallorca las repelió con facilidad.
Navas (5): Una primer tiempo nefasto donde fue superado totalmente por la banda, dejando un gran agujero en esta misma. Es más, el gol viene en consecuencia de un fallo suyo de marcaje al rival. Ya en la segunda pudo proyectarse más en ataque pero no fue muy determinante.
Koundé (6): Ni fu ni fa para el internacional francés. Correcto en cuanto a la salida de balón se refiere, pero en varias acciones individuales estuvo muy blando. Si es cierto que pudo flotar hasta tres cuartos de ataque, pero en líneas generales partido humilde del francés.
Diego Carlos (6): Al igual que su compañero de retaguardia. Partido discreto del brasileño. En la primera parte tuvo varios desajustes defensivos que pudieron costarle más de un gol al Sevilla pero en la segunda se contuvo bien. Además, estuvo muy correcto a la hora de combinar en largo con Rafa Mir.
Marcos Acuña (4): Desde el primer momento se le vio errando en la salida de balón, muy blando en acciones individuales frente al rival y no proyectó casi nada en ataque en la primera parte.
Fernando (7): Misma linea de lo habitual. Uno de los mejores del partido. Si es cierto que en la primera parte tuvo un par de pérdidas pero las resolvió el mismo. Contundente al corte y muy inteligente para salir con el balón jugado.
Joan Jordán (4): Su primera parte ha sido nefasta. Gran cantidad de perdidas en el medio campo, desplazamientos a la banda y hacía atrás, algunos sin destino. Además, generó mucha lentitud en la circulación de balón y no ejecutó ningún pase vertical para proyectar al equipo en ataque.
Óliver Torres: (6): En comparación con el día del Levante su nivel bajo. Es cierto que se movió por todo el campo, generando espacios y realizando un gran juego combinativo con sus compañeros, pero el Mallorca se cerró muy defensivamente, con líneas muy juntas, y no pudo dar su mejor nivel.
Suso (6): En comparación con el partido ante el Levante no fue tan trascendental en ataque. Si es cierto que probó varios disparos a puerta y centros desde pasillos interiores pero estuvo lento en la toma de decisiones y no pudo combinar mucho por la banda.
Munir (5): Mal partido del marroquí. Muy desaparecido en ataque, no bajó a recibir al medio campo o por lo menos a incidir en el juego y en la banda izquierda quedó totalmente anulado.
Rafa Mir (7): Pese a su tiro al palo, el delantero sevillista ha realizado un gran partido con lo que se llama como “trabajo en silencio”. En la primera parte leyó muy bien el juego del equipo para recibir en los costados y desatascar al equipo que estaba siendo avasallado por una intensa presión. Además, estuvo muy atento a realizar desmarques de ruptura en largo que uno de ellos por poco acaba en gol de vaselina. Ya en la segunda parte incidió más dentro del área, pero en líneas generales correcto partido del delantero español.
SUPLENTES
Delaney (6): En la media hora que estuvo en el terreno de juego lo hizo con mucho criterio, ayudando al equipo tanto en lo defensivo como en lo ofensivo -el centro al remate de Rafa Mir es suyo-.
Ocampos (6): Desde que salió al campo en la segunda parte se le vio muy eléctrico pero además fallón. Una de las mejores oportunidades del encuentro la acabó fallando aunque si es cierto que la del 94 la marcó. No en vano, solo tuvo que empujarla a la portería.
Augustinsson (6): Los minutos que tuvo los aprovechó para incorporarse mucho en ataque y conectar más de un centro lateral al área.
Lamela (8): Muy activo y participativo en el juego del equipo. En ataque, de lo más trascendental de la segunda parte, moviéndose tanto por los costados como por pasillos interiores, de donde vino su autentica obra maestra.
Rakitic (-)