A escasas horas de que se celebre uno de los “partidos institucionales” más importantes de la historia reciente del Sevilla FC, por no decir el más importante, vamos a analizar lo que en su día fue una gran promesa de Del Nido que se convertiría en una farsa total y que ahora, Jose Castro, ha vuelto a replantear la posibilidad de dar un aire nuevo, o mejor dicho un “airazo”, al templo del Sevilla FC, el Ramón Sánchez Pizjuán.
Una promesa acorde a la época que vivia el club
Para llegar al fondo de la promesa hay que remontarnos años atrás, hasta específicamente el año 2008.
Por aquel entonces donde el Sevilla estaba sumergido en plena época dorada, habiendo ganado 2 UEFAS, una Copa del rey, una Supercopa de Europa y una Supercopa de España, además de ser galardonado como el mejor equipo del mundo en 2007 por la IFFHS. Del Nido llevaría a cabo una de sus mayores promesas, la creación de un nuevo Ramón Sánchez Pizjuán, en relación con la grandeza del Sevilla FC como él diría.
No en vano, rescatamos varias declaraciones que haría en mayo de 2008 sobre el proyecto del Nuevo Campo, que según él en aquel momento, las obras se iniciarían a finales de año :
“Estimo que la licencia podrá tenerse en pocos meses. El resto de las ‘patas’ necesarias para configurar la ‘mesa’ para acometer la remodelación están ultimadas, por lo que, cuando tengamos la licencia pondremos en marcha el proyecto. Y cuando hablo del resto de ‘patas’ me refiero a la financiación, elección del proyecto, empresas constructoras, empresas explotadoras del centro comercial y oficinas y proyecto de ejecución de las propias obras. Todo esto ya está hecho, sólo falta decir vamos”.
“Existen muchas posibilidades de que, antes de final de año, comiencen las obras” del coliseo sevillista. “Desde que el Ayuntamiento otorgue la licencia, calculen ustedes que entre tres y seis meses se harán efectivas las mismas”.
No obstante, en cuanto al cambio o modificación del nombre del estadio comentó lo siguiente:. “No se ha barajado en la actualidad. Sí es verdad que empresas patrocinadoras han pedido precio para unir su nombre al de Ramón Sánchez Pizjuán, pero no existe nada en concreto”.
“Las cantidades que hemos pedido no han entrado dentro de las ofrecidas. Para que unamos su nombre la empresa tiene que soltarse el bolsillo, y bien soltado, porque hablamos de varios millones de euros al año”.
El final de todo ya lo sabemos todos, José María Del Nido, pese al haber realizado varios bocetos de los que tenían una cierta similitud al Santiago Bernabeu, no realizó la tan reclamada y hablada obra.
Es más, hasta el mismo club realizaría un spot publicitario haya por los años 2007 y 2008. Además de repartir folletos a los sevillistas que acudían al campo
Diciembre de 2017, un primer rifirrafe sobre el estadio
Pasarían los años y habría un cambio de presidencia donde del Nido hasta pasaría por la cárcel. Tras ello, en la junta de accionistas de diciembre de 2017, hubo un primer enfrentamiento sobre el tema que más debate genera, el Ramón Sánchez Pizjuán.
Del Nido, tomaría la palabra en la junta accionista comentando esto acerca del estadio:
“Hace años que auguré que se nos quedaría pequeño e ideé con Santiago Balbontín padre un proyecto para hacer un estadio para 60.000 espectadores. Tirarlo y levantar otro, o hacer un cuarto anillo. Es otra forma de gobernar, lo entiendo, más arrojada, más ambiciosa… pero el Sevilla necesita un estadio cinco estrellas que permita tener 50.000 abonados, vender entradas en los grandes partidos y acoger finales”,
La respuesta de Castro fue clara: “En once años usted no se acordó del estadio y yo sí lo he hecho”. En 2006, José María del Nido anunció que el Sevilla acometería una remodelación “espectacular” del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán”.
La promesa de del Nido sigue vigente en su nuevo proyecto
Hace apenas dos semanas, el ex presidente del Sevilla atendía a los medios de comunicación, específicamente en Cope Sevilla. En la entrevista estuvo hablando de muchos temas, pero también destaca en gran parte el proyecto del nuevo estadio
“Si yo le digo mi sueño, es tirarlo y hacer un nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán para que dure 60 ó 70 años más. Ese es mi sueño. Lo que pasa es que el que es presidente del consejo de administración y el consejo de administración, lo que tienen que hacer es un estudio de viabilidad de ese proyecto”.
“Hay que ver si es más barato modificar el que hay hoy, con una reestructuración completa del actual Sánchez-Pizjuán, vaciarlo por dentro, sacar las escaleras fuera, hacer un nuevo anillo, cubrirlo… Hacer una cosa en pequeñito como se ha hecho en el Santiago Bernabéu, y llevarlo a 60.000, 65.000 ó 70.000 espectadores. O si es más barato, más conveniente y financieramente se puede sufragar, porque hay quién lo haga, un estadio nuevo que dure otros 60 ó 70 años”, añadió al respecto.
“Yo me comprometo a que en la junta general de diciembre de 2022 se presentará el nuevo proyecto”.
En lo que es contundente Del Nido es que hay que dejar de parchear el Sánchez-Pizjuán: “Vamos a dejarnos ya de parches. Vamos a hacer un estadio nuevo o vamos a remodelarlo de una vez. Y si nos tenemos que ir a jugar a otro sitio tres meses, seis o un año y medio, pues nos vamos y no pasa absolutamente nada”.
La estrategia contrarrestarte de Jose Castro
Pueden pensar lo contrario, pero Jose Castro ha planteado un acuerdo con Accionistas Unidos para una remodelación del campo. Este acuerdo ha venido en una posible consecuencia de las declaraciones de José María del Nido, acerca del nuevo coliseo nervionense. No obstante hay que especificar que Accionistas Unidos se ha aliado con Jose Castro con el mero fin de que los americanos no entren en el juego de la institución Sevillista.
Sea como fuere, en materia de proyecto, de primera mano le trasladaron la imposibilidad técnica de realizar una cubierta que cubra todo el estadio en sí, tal y como pedía toda la parroquia sevillista. Aún así, han firmado un acta de intenciones con el compromiso y la finalidad de ejecutar una reforma integral del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.
Para ello le han tramitado varios bocetos del proyecto, con sus respectivos problemas técnicos para realizar la cubierta. Inclusive, el nuevo proyecto para un nuevo estadio, donde hay hasta dos líneas de actuaciones posibles: derribar el actual y levantar uno nuevo, lo que implicaría que el Sevillismo se tuviera que trasladar durante dos años para ver al Sevilla FC en todas las competiciones oficiales que participe; o ir derribando por partes el actual a la vez que se realiza la nueva obra. Si es cierto que esto tendría una consecuencia de más tiempo para prolongar la obra pero la parroquia sevillista no se movería de la bombonera de Nervión.