Dicen que las mejores cosas de la vida son gratis. La vida está llena de simples placeres. Las pequeñas sorpresas que uno nunca anticipa, pero que siempre disfrutamos. Así podríamos denominar la de Gian Piero Gasperini, un pequeño placer que ha hecho cambiar el fútbol italiano tal y como lo conocimos. Un esquema propenso a la constante creación de oportunidades, que ha tenido al argentino Alejandro Papu Gómez como motor ofensivo de la Atalanta. Ha ido contra el catenaccio, queriendo dominar y acumulando muchos jugadores por delante de la pelota. La respuesta ha sido tan positiva en Bérgamo que, muchos equipos ahora en Italia aspiran a “jugar como el Atalanta”.
Un equipo que ha pasado de pelear por el descenso (2014) a unos cuartos de final de Champions League (2020). El crecimiento exponencial del equipo ha tenido como buque insignia al Papu Gómez, permaneciendo en el club lombardo durante los últimos 6 años. Pero vamos un poco más atrás en el tiempo, ¿de dónde sale este jugador? ¿Por qué es más que un extremo/mediocentro ofensivo? Lo desgranamos a través de algunos fragmentos de su entrevista en El País en febrero de 2020:
Comienzo de su carrera en Argentina y su llegada a Italia (2005-2010)
Alejandro Darío Gómez Villaverde (Buenos Aires, 1988): “Yo nací como enganche en las inferiores de Arsenal (de Sarandí). Pero en el fútbol argentino cada vez se jugaba menos con enganche y por mi físico pasé a ser una segunda punta detrás del típico nueve grandote. Hasta que en San Lorenzo, el Cholo (Simeone) me tiró a la banda y me dijo: “Vos vas a ir a Europa y por tu físico no te van a poner detrás del punta, te van a poner como extremo”.

“Luego en el Catania, Diego Pablo Simeone me puso de extremo en el 4-3-3. Y ahí hacía toda la banda porque cuando defendíamos era 4-5-1″.
Su paso por Ucrania en plena Guerra Civil (2013-14)
“Seguramente el paso por Metalist me dio algo más. Porque de verdad sufrí mucho. No podíamos bañarnos porque el agua estaba contaminada, mi mujer estaba en depresión total y se le caía el pelo, no podíamos cocinar ni lavarnos los dientes por el agua, la guerra, un mundo desconocido… Quizás mentalmente me completó como jugador. Quizá el sufrimiento me dio más carácter”.
La 2016/17 con Gasperini, movimientos de fuera hacia dentro en el Atalanta
Llegó a Bérgamo en 2014. Se le ubicó como segunda punta en un 4-4-2 o de extremo en un 4-3-3. Gian Piero Gasperini llegó en 2016 y fue dándose cuenta del potencial que tenía su equipo, intentando explotar una de las mayores cualidades del “Papu“: el regate.
Empezó a colocarlo en la banda izquierda, con libertad para atacar por dentro el espacio entre lateral y central. Ahí, Papu Gómez protagonizó la 2016/17 registró 16 goles y 10 asistencias.


Ésto decía el jugador suramericano sobre esa temporada “Gasperini me volvió a poner de extremo por izquierda, solo que en vez de pegarme a la línea me movió adentro. Me dijo que tenía que jugar entre el central y el lateral del equipo contrario, para que nuestro lateral-volante te pase y el central contrario no sepan qué hacer, si ir a cubrir por fuera o marcarme, Entonces yo bailaba ahí. Y en el primer campeonato, el 16/17, hice 16 goles con un delantero de área por delante. Acostumbrado a no pasar de diez, eso fue una locura”.
Su reconversión de mediapunta izquierdo a enganche, con total libertad de movimientos
El traspaso de Bryan Cristante a la Roma en 2018, provocó un hueco en la mediapunta titular. Gasperini decidió probar al argentino como enganche, y como no encontraba espacios entre líneas, decidió retrasar aún más su posición hasta campo propio, para que fuera difícil para sus contrarios perseguirla. Así empezó la Atalanta a generar mayor cantidad de espacios:
“Si retraso mi posición, el pivote rival no puede venir a buscarme. Si viene, espectacular, le dejo toda la zona a los delanteros. Entonces recibo en campo propio menos presionado. Un poco me lo enseñó Gasperini, y otro poco lo fui descubriendo”
El colegiado de los encuentros, su mejor aliado
“Sabe lo que yo miro? Dónde está el árbitro. ¿Quién es el mejor posicionado en todo el campo? ¡El árbitro! Siempre está solo. Alejado de todo el quilombo. Suelo mirarlo, y me tiro donde está el árbitro. Haciendo cosas como esa fui perfeccionando mi nueva función”.
El gambeteador que ha pasado a organizar el juego
Alejandro Gómez llevaba el número ’10′, pero no juega como el típico ’10’. Capaz de ocupar la banda y los pasillos interiores. En Italia ha aprendido a gambetear en espacios más cortos.
Si tenía la responsabilidad de crear juego con Josip Iličić (mediapunta de último pase), se colocaba en banda izquierda a pie cambiado para aprovechar su mejor perfil: asistiendo, asociándose, balones largos para cambiar la orientación de juego o atacando el área.
En ciertos momentos del juego puede retrasar su posición hasta la “zona Fernando Reges” para generar espacios, sobre todo ante bloques bajos.
Su influencia aparece en cualquier altura y en cualquier carril. Jugador con la virtud de organizar, distribuir y desequilibrar. Como dijo @JosRodriguez37 en Twitter: “No es un jugador cualquiera, es una figura de culto en el Calcio”.

