En el fútbol de hoy en día, cualquier factor puede afectar al equipo, tanto físico, económico, táctico y otro que pasa muy desapercibido pero que cada vez más se está dando en más casos, tanto a nivel individual como a nivel colectivo. Es el caso del factor psicológico.
Si el Sevilla era un equipo que en lo mental era fuerte y en los momentos de resiliencia aguantaba como el que más, ahora parece ser que se le ha nublado la mente, como se suele decir. Si es verdad que hay que poner encima de la mesa muchos factores como la gran histeria de la afición, el debate de la continuidad en el banquillo con Julen Lopetegui, la gestión del presidente en muchos aspectos como el informe legends, los abonos, las políticas y promociones para la entrada de niños al campo.
Todo lo que se runrunea desde fuera y que se vive desde puertas para dentro, tanto en la cúpula de accionistas como en otros departamentos, siempre y digo siempre, afecta en lo deportivo. No obstante, no hay que entrar en terrenos de histeria como se está haciendo ahora. Todavía hay tiempo para revertir la situación y todo empieza por que Julen Lopetegui cambie varios conceptos dentro de su sistema, que por cierto, es otro gran tema a debatir y que ya entraríamos en materia táctica.
Lopetegui tiene que ceder en su idea de juego. Hace un par de meses se aseguró que esta temporada iba a cambiar, que el juego del equipo que se vio en la segunda vuelta de la liga no se iba a repetir, pero, la cruda realidad es que, todavía, quedan mimbres pasados de ese tramo final tan agonizante.
Las piernas pesan, las cabezas no están donde deben y la presión que se está ejerciendo en todas las ramas ayuda menos. Siempre he defendido el criticar con cabeza al equipo para seguir creciendo pero llega un momento que la afición sevillista ha llegado a la sobrecrítica y a la sobrehisteria general. Con cada noticia, cada artículo, cada declaración y cada foto, de ejemplo, esta gran foto de Mario Míjenz, se le cae el mundo al sevillista medio, sin generalizar eso sí.
El término perfecto
El término perfecto para definir la situación actual es la disonancia cognitiva. La disonancia cognitiva es una teoría en la psicología social la cual se refiere al conflicto mental que ocurre cuando los comportamientos y creencias de una persona no concuerdan. Puede suceder cuando una persona tiene dos creencias que se contradicen entre sí.
El debate en la afición está servido en muchos ámbitos; pro Lopetegui – anti Lopetegui, pro Pepe Castro – anti Pepe Castro, pro Del Nido – anti Del Nido. Muchos frentes abiertos donde el debate está más que servido
Una cosa no quita la otra
Una cosa no quita la otra. Con esta columna de opinión no vengo a defender que el juego del Sevilla en este inicio de temporada sea excelso, ni que la planificación con respecto al año pasado haya mejorado, ni que Pepe Castro esté haciendo una buena gestión acerca de informe legends y todo lo que trae detrás.
Con esto vengo a decir que la histeria que se ha generado en la afición es absurda y un sinsentido. Hace que unos se enfrenten con otros cuando lo más importante es todo lo bueno que le deba pasar al Sevilla FC.
Hay que tener cabeza y seriedad a la hora de hacer autocriticar. Porque, una buena crítica hace que el equipo crezca y consiga títulos, se vaya equiparándose con los grandes de España, se codee con los de Europa….
Como diría el bueno de Ruben Uría, “Autocrítica, toda. Histeria, ninguna”