Rara es la vez que la casa del GNK Dinamo Zagreb o sus campos e entrenamiento no están poblados por ojeadores que buscan descubrir las estrellas del mañana. Porque Croacia es un país de una gran cultura futbolística. La nación situada en la Península Balcánica, al este de Europa, se independizó de la antigua Yugoslavia (Serbia, Montenegro, Macedonia, Croacia, Bosnia-Herzegovina y Eslovenia) en 1991.
Y si hay algún club que está al servicio del país croata es el Dinamo Zagreb. Actualmente, cosecha catorce de las últimas quince ligas y en su palmarés nacional va camino de acumular 23 campeonatos de 29 posibles desde su creación en 1992.
En una liga menor, casi intrascendente en el marco continental, la factoría de jugadores que ha proporcionado a muchos equipos de nivel alto y medio en Europa se cuentan por decenas. No es de extrañar que el paso del tiempo haya conseguido convertir al principal equipo de Zagreb en una de las canteras más potentes y reconocidas del mundo.
Croatia had some brilliant players in the 90s… pic.twitter.com/quYxJ4095s
— 90s Football (@90sfootball) June 21, 2016
Desde 2006, han sido más de 250 millones los obtenidos en ventas de futbolistas canteranos, según la información de Transfermarkt. Una cifra que podría multiplicarse de no ser porque es su ‘estilo de supervivencia’. El bajo nivel liguero que obliga al ‘exilio’ de estas perlas se contrarresta con las nuevas joyas croatas que suplen con gran solvencia a sus predecesores. Sin embargo, la contratación más cara se sitúan en cinco millones de euros desembolsados por el ex-sevillista (2018) Marko Rog en el verano de 2015 por 5 millones de euros.


Como el Sevilla durante muchos años y principios del S. XXI, su concepto de permanecer entre los mejores se situaba en sacar la mayor plusvalía posible a las contrataciones que realizaba. Pero, con el paso del tiempo, y un mayor convencimiento del Consejo de Administración ratificado por los resultados, en los últimos años, el Sevilla ya no vende a la primera, necesitan que le convenzan con mucho dinero (casos de Koundé, Diego Carlos) o con su cláusula (Ben Yedder, Vitolo).