El partido del pasado jueves ante el Manchester United es una prueba más de lo inexplicable y bonito que es el fútbol. Un Sevilla que durante la temporada liguera lo había estando pasando mal jugando cerca de los puestos de descenso, ahora un poco más lejos, y siendo muy irregular le golea a un gigante europeo como es el Manchester United sin ningún tipo de pudor y con un dominio absoluto.
Todos los jugadores que participaron estuvieron a un nivel más alto de lo visto durante todo el año, la conexión grada-equipo elevó al conjunto hispalense por encima de lo esperado y el Manchester United no olió ninguna ocasión de gol por la presión que ejercía el Ramón Sánchez-Pizjuán.
Lo decía Ivan Rakitic en rueda de prensa: “Si el árbitro hubiera dejado quince minutos más, no pasaba nada“
Y, ese es el fútbol y el factor emocional, más aún en la Europa League y más aún en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Más allá de la táctica, que ahora hablaremos, el factor emocional y psicológico que ejercieron 43000 gargantas sevillistas al Manchester United hizo que los red devils se empequeñecieran ante el seis veces campeón de la UEFA Europa League.
Agresividad sin balón, una de las claves
Mendilibar ha conseguido implantar veneno en la agresividad sin balón y los dos primeros goles, el segundo anulado por muy poco, es prueba de ello. La presión alta y agresiva que ejerció el Sevilla FC al conjunto inglés resulto muy efectiva.
Hasta 6 jugadores en campo contrario estuvieron presionando a los jugadores del Manchester United que estuvieron muy incómodos a la hora de salir de las dos líneas de presión y las pérdidas en campo propio le perjudicaron bastante.
El primer gol es un ejemplo clarificador. Hasta 3 jugadores presionando a Maguire para robar el balón cerca del área y definir a puerta directamente.
Ya el segundo gol, anulado posteriormente, es otra prueba de la gran activación de todos los jugadores a la hora de ser agresivos sin balón en campo contrario. En este caso, Marcos Acuña salta rápido a robar el balón y genera una situación 4vs3 cerca del área rival prácticamente.
Estructuración defensiva sólida
Si en algo se ha diferenciado el partido de ida con el de vuelta es en la estructuración defensiva del equipo. En la ida, el United cuando superaba las dos líneas de presión, podía acelerar las jugadas por los espacios que se dejaba entre la medular y la línea defensiva hispalense.
No obstante, el jueves el equipo se mantuvo muy compacto y en esas situaciones donde el United salía de la presión asfixiante, tantos los mediocampistas como los centrales estuvieron muy activos para ir al corte o hacer desacelerar la jugada ofensiva. De ahí a que jugadores como Anthony en conducción no pudieran generar peligro.
Recalcar también los constantes apoyos defensivos por parte de Rakitic y Fernando, además de Ocampos y Lamela en los costados a la hora de generar superioridad y anular al United por las bandas.
Además, otras de las diferencias del partido de ida ha sido el cómo se ha defendido la constante movilidad de Sabitzer. En las pocas situaciones que tuvo para incrustarse entre centrales, los mediocampistas del Sevilla estuvieron muy activos para estar encima de él y que no pudieran conectar con el austriaco al espacio.
Esfuerzos defensivos en colectivo
El esfuerzo de todos los jugadores fue excelso a la hora de replegar y recuperar la posición, ayudar al compañero en situaciones 1vs1, presionar alto durante todo el partido, hacer coberturas defensivas etc…
En ese sentido, el despliegue físico del Sevilla FC fue sorprendente. Pudo aguantar todo el partido corriendo ante un equipo inglés que en cuanto a físico se refiere, es muy dominador.
Toca pensar en la Juventus
Tras uno de los mejores partidos del Sevilla en los últimos años, toca poner el foco en la Juventus de Turín, próximo rival en las semifinales de la Europa League. La ida se jugará el próximo 11 de Mayo allí en Italia y la vuelta, el 18 de Mayo en el Ramón Sánchez Pizjuán.
El Sevilla, de nuevo, está a 180 minutos de otra final europea en un año que estaba pensado para no bajar y ser de transición. Esas son las cosas del fútbol y del romanticismo del equipo con su competición, la UEFA Europa League.
