El barrio de nervión y cualquier sevillista medio se ha levantado como en un día de primavera normal.
Las calles de Sevilla siguen su curso habitual, con el olor del azahar, la calor de Abril y los últimos retoques del Real de la Feria en el barrio de Los Remedios.
Mientras tanto, el Sevilla FC, también ha seguido su curso habitual en estos tiempos. Ayer, volvió a golear a un gigante del fútbol europeo como es el Manchester United para volver, otra vez, a unas semifinales de su competición, la UEFA Europa League.
Los datos lo reflejan: El Sevilla ha superado 30 de las últimas 32 eliminatorias que ha jugado en la Europa League, lleva sin perder 7años y 6 meses en partidos de Europa League en su fortín, además de convertirse ayer en el segundo equipo con más victorias en toda la historia de la UEFA Europa League (91). Está a solo 4 del récord que tiene el Inter de Milán, con 95.
Llegará o no este año el Sevilla FC a la final, la ganará o no, pero el partido en casa ante el Manchester United, quedará marcado para todas las generaciones en una temporada donde el club jugó en el barro, sufrió con bajar a esa temible segunda división, y, un 20 de abril de 2023, expulsó toda su rabia a través de un mismo grito cantado por hasta 43000 garganta rojiblancas.
Porque, el peor Sevilla de los últimos 20 años ha firmado uno de los mejores partido de su larga vida. Porque, en una temporada que era para no bajar, ahora estás metido de lleno en unas semifinales de tu competición y estás otra vez, en estas fechas, a 180 minutos de una final europea.
Pasarán los años y se seguirán escribiendo cientos de artículos hablando del romanticismo del equipo con esta competición, se seguirán grabando cientos de videos de su afición celebrando con mucho júbilo cualquier pase de eliminatoria que, el Sevilla FC seguirá siendo el mismo en estos meses de primavera y sobre todo, en la UEFA Europa League.
Y es así, la primavera para el conjunto hispalense es inalterable porque como dice el dicho; La primavera, la sangre altera.
Y la sangre de los sevillistas, ya está más que acostumbrada a alterarse.