“He futbolista con una gran rivalidad con clubes a los que respeto mucho y que sigue estando, igual que está en cualquier otro jugador pero pensar que eso o un chascarrillo puede ir a más, no es normal. Uno de los presidentes contactó conmigo y me dijo que era un tontería”. Así se defendía Luis Rubiales de las críticas después de destaparse una serie de mensajes donde criticaba en una conversación con su padre a clubes como el Sevilla FC, el Valencia CF y el Villarreal CF.
El dirigente confirmó en declaraciones a la cadena COPE que no ha hablado con ningún presidente de los clubes implicados, alegando que “ellos también le critican a él y a los árbitros”. Después de la polémica de los negocios con Gerard Piqué, Rubiales hizo hincapié en la “naturaleza privada” de este tipo de conversaciones, dejando caer que “Tebas está detrás” de las filtraciones y deseando que en el futuro “otras personas que vean invadidas su intimidad encuentren una solución”.
La polémica después de conocerse abiertamente su animadversión hacia el Sevilla FC se vio agravada con el hecho de que, justo el día de las conversaciones, los sevillistas perdieron en el Santiago Bernabéu con uno de los mayores escándalos de la era VAR: un gol de córner que fue anulado por un bloqueo. Sin embargo, el presidente de la RFEF es claro: “Pensar que esa rivalidad puede ir a más, es de mal pensados. Nosotros tenemos un grupo en la Federación donde los del Madrid vacilan a los de Atlético y viceversa. Y así con muchos equipos”. Un capítulo más en la inestable presidencia de Luis Rubiales.