Tras unos 90 minutos de infarto en el Ramón Sánchez-Pizjuán, seguidos de una decisión arbitral que pondría en juego el esfuerzo de los rojiblancos, el cancerbero sevillista logró rescatar al Sevilla de la derrota:
«Los penaltis, muchas veces, es una cosa de intuición. Tocó pararlo».
Asimismo, el marroquí no ha ocultado su estupor tras la decisión arbitral que dejaría la zaga sevillista sin la presencia de Kike Salas, así como la rectificación de una tarjeta roja al Papu Gómez:
«Nos quedamos sorprendidos por el penalti. Muchas veces no sé cómo interpretan los árbitros las jugadas. Se dio así y tuvimos la suerte de resolverlo».
Aunque el juego de los nervionenses en el primer tiempo dejó mucho que desear, el esfuerzo y la ambición estuvieron presentes con el objetivo de intentar revertir la situación en la segunda parte:
«En la segunda parte, realmente aplastamos al rival. Fue un buen segundo tiempo con un juego muy bueno».
«Queríamos ganar, sobre todo en nuestro campo. En el primer tiempo arrancamos mal, no pudimos desarrollar nuestro juego; en la segunda parte, mejoramos mucho. Dimos una cara muy positiva. Tenemos que seguir creciendo. El objetivo es levantarse al día siguiente siendo mejor, tanto a nivel individual como grupal, y seguir luchando para jugar mejor».
Con la llegada de Sampaoli, los brotes verdes vuelven a crecer, aunque todavía queda mucho trabajo por realizar para dar la mejor versión:
«Estamos en un proceso de desarrollo de juego. Los rivales cambian. Estamos en ese proceso de interpretar cada vez mejor situaciones de juego y ser mejor equipo».