Más allá de ser un partido sin muchas ocasiones de gol, con ambos equipos imprimiendo mucha intensidad en los duelos individuales y varias polémicas, el Sevilla se lleva tres puntos de oro para seguir reafirmando su salida de los puestos de descenso. Si es cierto que no generó mucho el equipo dirigido por Mendilibar, tan solo 3 tiros a puerta, pero las poca que tuvo, las metió dentro de la portería ché.
Hoy ha cumplido con creces en un partido donde las sensaciones del equipo han sido correctas. El conjunto hispalense parecer ser ya un bloque y la implicación de los jugadores por dar un paso adelante para salir del barro es real. Apartando lo meramente táctico sobre Mendilibar, se ha visto la importancia de saber gestionar y sobre todo saber implantar una idea pragmática, de sentido común, en una situación complicada.
En cuanto al partido se refiere, los primeros minutos eran como se esperaba: Ritmo frenético por parte de los locales y una afición apretando como una olla a presión. En ese sentido, Yunus Musah fue de los más activo por una banda izquierda que aprovechaba las situaciones 1 contra 1 ante un Rekik que sufrió en esas acciones a la hora de defender al jugador valencianista.
Salvo eso, el Sevilla estuvo muy espeso en la creación de juego. Apenas pudo encontrar a Suso entre líneas, a sabiendas de su facilidad a la hora de verticalizar el juego, y la fluidez del balón en la circulación fue muy lenta. Pese a esa dificultad a la hora de crear peligro, el conjunto nervionense consiguió que no se jugase a nada con un bloque defensivo bien plantando en el campo y sabiendo defender los constantes centros laterales del Valencia para buscar la cabeza de Cavani.
Tras el paso por vestuarios, la dinámica sería muy similar hasta que el balón parado en el 55′ inclinó la balanza para un Sevilla que aprovechó una serie de rebote para ponerse por delante tras el remate carambólico de Loic Badé. A partir de ese 0-1 y la entrada al campo de Rakitic y Montiel, el partido apenas cambiaría y los de Nervión, aprovecharían con una gran acción combinativa entre Montiel, Ocampos y Suso en última instancia para rematar el encuentro con un 0-2 en el 75′.
Se generó poco en ataque pero se acabó cumpliendo con mucha eficacia y eso ahora, es lo importante. Ganar como sea en un contexto, menos difícil ahora, deportivo.
Se ha cumplido en el partido de liga y eso permite soñar para el partido del próximo jueves ante el Manchester United en lo que puede ser, seguramente, uno de los partido más importantes del Sevilla en los últimos 2 años.