En una semana dónde el estilo de juego del Sevilla se ha cuestionado más de lo que ya estaba por un sector de la parroquia sevillista, hay un solución ante esa incógnita. Esa solución se llama Papu Gómez y un sistema cómodo para él.
Ya lo hemos visto con la selección Argentina la semana pasada. El argentino, con libertad de movimiento arriba, aporta más bagaje ofensivo que estando incrustado en el costado izquierdo. No en vano, ya se vio la temporada pasada con el Papu por detrás del punta en el tramo final de Liga, donde el Sevilla lucharía hasta el final implementando un sistema de juego más que equilibrado, el 4-2-3-1, llegando a conseguir 7 victorias en 8 partidos.
Un sistema que te permite tener la figura de un media punta creativo como el Papu que sea el cerebro de las operaciones ofensivas y a su vez tener dos escuderos defensivo que basculen por todo el campo y tengan recorrido, véase Fernando y Delaney. Al igual que Joan Jordán, que no se nos olvide.
Un jugador que reciba desde atrás, progrese hacía delante, vacíe zonas y recaiga en otras para aportar fluidez y conducción. Cambios de orientación rápidos con laterales profundizando. Ese es el Papu, un todocampista que si se siente cómodo en una demarcación puede llevar la batuta del juego.
Un sistema para aprovechar los espacios y la regla de la doble V
Entrando ya en materia táctica, el cambio de sistema de 4-3-3 habitual a 4-2-3-1 no hace variar el estilo de juego del Sevilla. Es más, lo mejora según mi punto de vista en cuanto al ámbito ofensivo se refiere.
Al hilo del ámbito ofensivo, con el 1-4-2-3-1, se mejora las posibilidades del juego en ataque al escalonar las posiciones ofensivas del centro y de la banda y se aprovecha más los espacios al jugar al contraataque, un estilo más que eficaz y que con jugadores en la plantilla como Ocampos, Tecatito y Martial que son rápidos en espacios abiertos puede funcionar realmente bien.
Otro de los conceptos que se mejoran en el 4-2-3-1 es la regla de la doble V, velocidad y verticalidad. Algo de lo que peca el Sevilla FC. Con este sistema, como concentra a muchos jugadores en pasillos interiores, te permite que el equipo rival no pueda progresar y tu atacar con más jugadores, llegando a robar en 3/4 de campo con el equipo rival “partido”.
Esto te permite verticalizar más el juego, donde en esa misma área tenemos a dos especialistas como son Tecatito Corona y Anthony Martial.
Además, en cuanto a los laterales ofensivos, su función no cambiaría con el cambio de sistema ya que el hecho de concentrar a jugadores por dentro hace que los laterales profundicen hasta línea de fondo.
(Aquí el mismo Papu identifica la profundidad ofensiva de Gosens por la banda izquierda)
Sea como fuere, siempre hay algo negativo dentro de algo bueno. El hecho de acumular a muchos jugadores por dentro puede crear poca amplitud en el juego, desaprovechando en sí unos flancos laterales donde el Sevilla es especialista.
Básicamente, con el 1-4-2-3-1 se busca la racionalización efectiva de los espacios, buscando la profundidad ofensiva, además de dirigir el juego buscando los espacios libres que ha generado el adversario como consecuencia del adelantamiento de sus líneas.
(Aquí vemos una progresión ofensiva por la izquierda al haber acumulado gente por pasillo interior y por la banda derecha, es decir una racionalización efectiva de los espacios dejados por el rival.)
Las transiciones, la clave del todo
Atalanta y Sevilla son dos equipos completamente distintos en cuanto a las transiciones y el estilo de juego se refiere. El conjunto hispalense es un equipo más que posicional para una Atalanta que se basa en la rapidez en su conducción y su ánimo vertical. Es por ende que la figura que vimos del Papu en el Atalanta, difícilmente la veremos en el Sevilla.
También, la figura de los carrileros en la Atalanta es realmente importantes puesto que estos son esenciales en la rapidez con la que imprimen las transiciones ofensivas –las vistas en anteriores videos-. Sin embargo, el Sevilla, junto a equipos como el Villarreal, es el equipo que más lento, según lo establecido con la media de LaLiga, circula la pelota hacía zonas de ataque.
Para el Sevilla es indispensable tener la posesión de balón y ser el protagonista del encuentro con balón. Sin embargo, para la Atalanta del Papu y la actual, no le importa ser dominado con balón en algunos partidos puesto que utilizan una variante del 1-4-2-3-1, la 1-3-5-2 con carrileros muy ofensivos que abarcan todo los costados.
Pasillos interiores, el confort del Papu
Hace un par de meses, el mismo jugador declaró que le gustaría estar en el zumo del juego del Sevilla para incidir más en la construcción, donde más cómodo se siente. A él le gusta moverse por todo el campo, pero ya en 3/4 de campo identifica con suma facilidad espacios interiores para atacar a través de pases filtrados a sus compañeros o de probar disparos a puerta desde la frontal del área.
Aquí vemos como rápidamente, cuando la recibe Duván Zapata, incluso antes de recibirla, ya ha identificado una jugada con probabilidad de peligro, y arranca rápidamente para atacar ese espacio que se ha generado entre líneas. Lectura de juego más que inteligente.