Nueva jornada de Liga y sí, tenemos que venir a estos lares para explicar lo bien que sigue rindiendo Bryan Gil en el Eibar. Es una ayuda recíproca, ya que con el barbateño en el césped, los armeros muestran una cara diferente, siendo mucho más veloces y menos predecibles en el ataque.
Si ya ante el Getafe, expusimos el partidazo (uno más) que se marcó, ahora tenemos que seguir alabando las acciones del canterano sevillista, esta vez frente al Real Betis: empezó como mediapunta, hasta que el preparador vasco vio que Emerson fue amonestado, en ese momento lo puso en banda izquierda, buscando su desborde y provocar una supuesta segunda amarilla en el lateral.


Siempre supone una ‘mili’ futbolística estar un año cedido en el conjunto armero. Mendilibar parece estar trabajando en su estado físico, haciendo que no dependa tanto de su agilidad, usando más su cuerpo para mantener el balón y dando aún más alternativas a su fútbol. Ésto está haciendo que sus jugadas sean más productivas y genere mucho más en ataque.
El paralelismo de las cesiones con David Silva
Salvando muchísimo las distancias, recuerda a la trayectoria de David Silva, donde estuvo durante dos años cedidos en Eibar y Celta, según sus propias palabras, aseguró que esos dos préstamos fueron destinos claves en su carrera. A partir de 2006, en su vuelta a la capital del Turia, ya fue indiscutible en el equipo che hasta su fichaje por el Manchester City en 2010.
El futuro de Bryan Gil es una incógnita a día de hoy, pero su techo, como mínimo, tiene que ser el Sevilla. La cesión con un entrenador tan experimentado y exigente como José Luis Mendilibar le puede venir muy bien para el devenir de su trayectoria profesional.