Un final triste, pero digno. El Sevilla FC cayó en El Sadar dando quizá una de las mejores imágenes en lo que llevamos de temporada y forzando una prórroga a un CA Osasuna que continúa firmando una temporada de ensueño gracias al trabajo de Jagoba Arrasate.
El Sevilla FC era consciente de lo importante de mostrar de una vez una buena imagen y de agarrarse al clavo ardiendo en el que se ha convertido la Copa del Rey y se lanzó a por el partido desde el pitido inicial. La verticalidad, la fluidez en el juego y la solidez defensiva fueron la tónica reinante en un primer tiempo en el que solo faltó el gol, quizá por la permuta en los puestos entre un Ocampos que disfrutó de su primera titularidad desde su vuelta al club y que se colocó como delantero centro, y Rafa Mir que partió desde la banda izquierda sin mucha fortuna de cara a la portería que defendía Sergio Herrera.
Pero conforme avanzaron los minutos un Osasuna en primera instancia acorralado ante la insistencia sevillista en el ataque comenzó a sentirse más cómodo en el verde de un Sadar con lleno hasta la bandera, propiciando que el partido se rompiera y que los rojillos tuvieran también sus oportunidades de ataque, aunque menos peligrosas que las que tuvo el cuadro sevillista gracias a un juego a través de los carriles y la rotura de líneas de presión a la contra que hizo mucho daño a Osasuna.
En la segunda mitad fue Osasuna quien dio un paso hacia adelante y, adelantando las líneas de presión, , comenzó a incomodar a un Sevilla FC que se mantuvo sólido hasta el gran susto de los primeros compases del segundo acto. Bono, que salió tras el descanso por unas molestias de Dmitrovic, frustró por completo las ilusiones de la afición rojilla sacando una mano salvadora sobre la que aún este cronista no encuentra explicación. El centro era inmejorable, con una rosca que acercaba cada vez más a un Chimy Ávila que remató con todo lo que tenía y a un Bono que, sin duda, protagonizó la parada más vistosa en esta edición de la Copa del Rey.
A pesar de que Osasuna comenzó a crear más peligro cerca del área sevillista, el conjunto de Nervión continuó mostrando una imagen sólida que permitió mantener la portería a cero. Pero el Sevilla FC también avisó y de qué forma con una internada por la banda izquierda de Erik Lamela, que mandó un trallazo a la escuadra derecha de un Sergio Herrera que pudo mandar con los puños el balón a córner. Una ocasión que volcó el juego a la portería de gol norte de El Sadar. Una portería que también quiso visitar Rafa Mir, con un remate al primer toque en la frontal del área chica tras un centro desde prácticamente la esquina de córner.
Pero fue precisamente cuando más daño estuvo haciendo el Sevilla cuando el gol de Osasuna llegó. Una contra rápida, Rubén García deja de cabeza un balón al Chimy Ávila en la frontal del área pequeña quien, tras darse la vuelta, mandó el cuero al fondo de la portería de Bono. Y como viene siendo habitual, el cuadro que dirige Jorge Sampaoli no encajó bien el golpe y comenzaron las imprecisiones, una del propio Bono casi hace subir al marcador el segundo de Osasuna, y arriba, con ocasiones infructuosas que mermaron la peligrosidad que minutos antes generó.
Y esa inconsistencia que mostró el equipo, que parecía condenarlo a una eliminación dolorosa por la buena imagen mostrada, se disipó a poco más de un minuto del final del encuentro. Un pase de Suso a la olla permitió a En Nesyri rematar a bocajarro frente a un Sergio Herrera que no pudo más que ver cómo los sueños pamplonicas se disipaban en un santiamén. Un gol merecido por el trabajo que venía realizando el equipo y que trajo consigo un claro mensaje del Dromedario: un beso en el escudo que reflejó el compromiso del marroquí con la afición que tanto le ha cuestionado. Un gol que permitió soñar de nuevo a los casi 600 sevillistas desplazados a Pamplona con una prórroga.
La prórroga
En el inicio de la primera parte de la prórroga, el Sevilla FC volvió a bascular el juego al área rojilla, con ocasiones de peligro que avisaron a Osasuna de que los sevillistas no volverían a Nervión con la cabeza gacha, menos en el día de su cumpleaños. Pero los errores de posicionamiento en las transiciones de Osasuna condenaron al Sevilla FC, con un desmarque de Abde, que ya avisó de la misma forma en la ocasión anterior, que recortó prácticamente solo a Badé dentro del área, batiendo a Bono y poniendo de nuevo delante a los pamplonicas en el marcador.
La segunda parte de la prórroga no fue más que un quiero y no puedo de un Sevilla FC que celebró por momentos un hipotético pase a semifinales de la Copa del Rey, pero que la garra y el coraje rojillo impidieron. Un cumpleaños triste con final digno por la imagen que dio el equipo. Una imagen que, a pesar de mejorar lo vivido, sigue evidenciando la penosa planificación del club esta temporada.
Ficha técnica
CA Osasuna: S. Herrera, Juan Cruz, Unai García, David García, Torró, Moncayola (Diego Moreno, 101′), Chimy Ávila (Budimir, 80′), Kike Barja (Rubén García, 68′), Moi Gómez (Aridane, 90+1′), Aimar (Darko, 80′), Kike García (Abde, 68′).
Sevilla FC: Dmitrovic (Bono, 45′), Acuña, Bade, Gudelj (Rekik, 95′), Nianzou (Suso, 87′), Montiel (Jesús Navas, 76′), Rakitic, Jordán, Lamela, Ocampos (Óliver Torres, 62′), Rafa Mir (En Nesyri, 76′).
Árbitro: El colegiado vasco De Burgos Bengoetxea amonestó a Nianzou (31′)
Goles: Chimy Ávila (1-0, 70′), En Nesyri (1-1, 90+5′), Abde (2-1, 98′)