El Sevilla FC se jugaba a 25 de octubre su permanencia en competición europea ante el FC Copenhagen. Una permanencia en Europa que se antojaba esencial ya no solo en términos competitivos, sino a también a nivel de ingresos tras la debacle una pasada temporada en UEFA Europa League que hirió gravemente las arcas de la entidad.
Con ausencias sonadas como la de Bono en portería, el equipo que dirige Jorge Sampaoli presentó un once de perfiles parecidos en zonas de creación de peligro que apuntaban a un encuentro poco eléctrico y sin sorpresas en ataque al rival. La unión de futbolistas de juego eminentemente estáticos, como Suso, Isco, Rakitic o Papu Gómez, unidos a un Joan Jordán que continúa restando más que sumando en fase ofensiva, antojaron complicada una sorpresa al rival que acabara en gol. Una llegada temprana de los sevillistas que acabó con un disparo de Papu presagiaba un Sevilla que podría dar un paso adelante. Nada más lejos de la realidad. El equipo generó poco peligro ante un FC Copenhagen que pudo hacer daño a través de Daramy, que le ganó la partida a Montiel y Gudelj en varias ocasiones. Una de las más claras, en una internada que acabó por poco en manos de Dmitrovic.
Una primera parte en la que el conjunto de Jorge Sampaoli se mantuvo completamente estático, sin futbolistas que se ofrecieran para sorprender a la zaga rival, desesperando una vez más a técnico y afición. Esta falta de movimiento provocó que el juego del equipo fue prácticamente nulo durante los primeros 45 minutos y el inicio de la segunda mitad, con un Copenhagen que, al inicio del segundo periodo, mandó un balón al poste en una clara declaración de intenciones ante un Sevilla que salió algo aturdido al verde. Ante la poca producción ofensiva de su equipo, el técnico de Casilda volvió a mover el banquillo, ya en el descanso dio partida a En Nesyri por un Dolberg que tuvo un papel de náufrago en una isla desierta a la que no llegaban balones peligrosos. Con la entrada de Lamela por Suso, el equipo ganó en electricidad y peligrosidad en fase ofensiva. Una mejoría en el ataque que acabó derivando en el deseado gol.
Papu Gómez, en quizá la única buena acción que protagonizó en el encuentro, pinchó un balón mágico que En Nesyri peinó para mandar al fondo de la red de la portería de gol sur. Un gol que oxigenó a un Sevilla FC que se sintió más cómodo en el encuentro, con un control más efectivo del encuentro, aunque con la incómoda presencia del Copenhagen en algunos momentos para seguir avisando de su presencia en el encuentro. Fue precisamente en la recta final del encuentro, y tras dos acciones del cuadro danés que acabaron estrellándose en la madera de gol norte, cuando el Sevilla FC sació y de qué forma el hambre de gol que viene arrastrando en este año 2022.
Primero con un auténtico golazo de Isco, con un disparo desde el pico izquierdo del área que se marchó bombeado al fondo de la red de Grabara, seguido, ya en el descuento, de un remate de Montiel en segunda jugada tras un disparo de lamela que bloqueó Grabara. Un festival de goles que no tapa el mal primer tiempo de un equipo y una afición necesitados de un partido como este. El Sevilla FC sigue vivo, por el momento, en competición europea.
Sevilla FC: Dmitrovic, Telles, Montiel, Gudelj, Marcao, Rakitic, Isco, Suso (Lamela, 54′), Jordán, Papu Gómez (Acuña, 76′), Dolberg (En Nesyri, 45’/Rafa Mir, 70′).
Copenhagen: Grabara, Jelert (Oskársson, 81′), Khocholava, Lund, Kristiansen, Johannesson (Bahrdji, 69′), Lerager, Claesson, Clem (Sorenssen, 81′), Haraldsson (Cornelius, 71′), Daramy.
Árbitro: El colegiado francés Benoit Bastien amonestó a Claesson (68′), Lamela (71′), Montiel (80′), Sorensen (86′),Khocholava (roja directa, 94′).
Goles: En Nesyri (1-0, 56′), Isco (2-0, 88′), Montiel (3-0, 92′).