El dirigente reconoce que apostar por futbolistas consolidados “mermó la capacidad de generar ingresos extraordinarios”. Aún así, asume la culpa por la situación deportiva del club, asumiendo que “no tiene excusa”. Cuenta con gran confianza en el “mejor director deportivo del mundo”, dejando claro que se volverá al “exitoso modelo de compraventa de jugadores” y se buscará darle la vuelta a la situación con un “ambicioso mercado de invierno”. Recordó la gestión y trayectoria de su equipo directivo en los últimos nueve años, con “mucho más bueno que malo”.
Pidió además un voto de confianza de todos aquellos que dudan, asumiendo que “se han equivocado en la gestión durante los últimos meses” y que “queda mucho por delante para situar al Sevilla Fútbol Club en el lugar que se merece”. Reniega de los que hablan de “un club en descomposición”, pidiendo “tranquilidad” para los sevillistas que se encuentran en estado de alarma y avalando a los “grandes trabajadores con los que cuenta club”.