La convocatoria de Joris Gnagnon para el duelo ante la SD Huesca ha pillado por sorpresa a muchos. El zaguero francés se tuvo que quedar en el Sevilla ante las escasas propuestas que llegaron y Lopetegui lo apartó del grupo por su pésimo estado de forma. A priori iba a ser el cuarto central, pero la poca confianza en el ex del Rennes hizo que Monchi acabara reclutando a Rekik, por lo que Gnagnon pasaría a ser el quinto central en nómina.
Ese es el principal problema de él. Cuando fichó por el Sevilla en la 18/19 a cambio de unos 14 millones de euros, tuvo que hacer un plan específico para perder peso. La indisciplina ha sido un rasgo que ha acompañado al francés en su carrera y siempre ha tenido problemas de este tipo. Fue una apuesta por parte de la dirección deportiva comandada por Joaquín Caparrós, que se decantó por uno de los centrales con más potencial de la Ligue 1 y por el que Monchi se había interesado en temporadas pasadas para el propio club nervionense, y no pudo salir peor: sólo disputó 16 partidos en toda la temporada y acabó saliendo cedido a principios de la 19/20 al propio Stade Rennais para que volviera a recuperar su mejor versión.
Tampoco le ha ido precisamente bien al francés en su vuelta a la liga francesa. La pasada temporada disputó 31 partidos y contando con que la temporada en Francia se suspendió por la pandemia, pero sufrió más de la cuenta en gran parte de esos encuentros. No es un central precisamente rápido y eso hace que equipos que tienen un perfil demasiado ofensivo sufra. Por las características de este Sevilla, que acumula muchísimos futbolistas por delante del balón durante gran parte de los partidos, podría sufrir.
¿Qué en buen tono físico podría serle útil a Lopetegui? No tengo dudas sobre eso, pero creo que los futbolistas modernos deben de cuidarse durante todo el año. Con esta, a Joris le han dado ya tres oportunidades en el Sevilla y no las ha sabido aprovechar a pesar de que se ha trabajado de forma muy estrecha con él. Todos los que vemos fútbol tenemos nuestra opinión y hay, seguro, muchos que piensan que sí merece esta oportunidad.