Ha llegado, por fin, el momento en el que el Sevilla puede traducir el buen desempeño desde la llegada de Mendilibar en objetivos más ambiciosos en liga. Los nervionenses, que pueden olvidarse prácticamente de los puestos de descenso, tienen la posibilidad de finalizar la temporada acechando los puestos europeos. Todo dependerá de lo que consiga hoy ante el Athletic de Bilbao (22:00h) en el Nuevo San Mamés, que será el momento de demostrar de qué pasta esta hecho en LaLiga, porque Europa es otro terreno totalmente distinto.
Por más que suena a tópico, el fútbol será siempre una cuestión de dinámica. La clave es cómo y cuándo llegan éstas. Mendilibar ha transformado de cabo a rabo la situación sevillista, metiendo al equipo en la pelea por la Europa League y siendo invicto tanto dentro como lejos del Sánchez-Pizjuán. El encuentro ante el Villarreal, en el que muchos dábamos el empate por valioso, refleja el momento que viven los nervionenses. En Nesyri, que va a llegar a los 20 goles esta temporada, dio la victoria al Sevilla a falta de dos minutos. Un futbolista que, antes de enero, no metía un gol ni sin querer. Marca hasta Rafa Mir. Hasta ese punto ha cambiado Mendilibar al Sevilla.
No se le suele dar bien San Mamés al conjunto sevillista, pero si algo sabemos de antemano es que el equipo va a competir los 90 minutos. Al técnico vasco no le duele rotar aunque no lo hará, pero siempre alinea a los futbolistas que están más en forma independientemente de su calidad. Confiar en el bloque, potenciar sus virtudes y no asignarles roles que no van con sus futbolistas. La sencillez como motor de crecimiento y, sobre todo, de convencimiento.
Para visitar el País Vasco, Mendilibar no contará con Marcao, Jordán y tampoco Nianzou. El que sí vuelve es Marco Acuña tras dos encuentros fuera por la expulsión ante el Celta. Tras rotar ante el Villarreal en casa por el desgaste físico ante el Manchester United, todo parece indicar que el Sevilla saldrá con su once de gala ante los bilbaínos. El encuentro requerirá tanto de Fernando como Gueye en el centro del campo para no dejar al Athletic conectar con los Williams.
Ha llegado, por fin, el momento de demostrar en LaLiga que la plantilla no era tan mala como para descender. El caduco discurso de Lopetegui y el inteligible e incomprensible de Sampaoli no calaron en la plantilla. Las volteretas de Mendi, por lo visto hasta ahora, le vienen de perlas. Veremos hacia dónde quiere ir el Sevilla en la competición doméstica.