Victoria agónica, otra vez, ante el Krasnodar. El Sevilla volvió a mostrar dos caras en 90 minutos y reaccionó tras el empate de los rusos, que volvieron a crearle problemas. Munir selló la victoria en el descuento y el pase a la siguiente fase de la Champions League. Vamos con las notas.
Vaclik (5). Se quedó petrificado cuando Koundé sacó el balón en la línea de gol al igual que en el tanto del Krasnodar. No tiene confianza en absoluto.
Ocampos (6). Superado. No era buena idea ponerle a bailar con Cabella y compañía. La falta de conceptos defensivos le lastró. Lopetegui lo sustituyó en busca de más empaque.
Koundé (9). El mejor jugador del Sevilla a distancia sideral del segundo. De lateral, de central, de delantero… El francés va a ser la venta más cara de la historia del club y valdrá cada céntimo que se pague por él. Es increíble como un chico tan joven puede rendir a este nivel. Salvó un gol cantado y pudo sacar el que subió al marcador.
Diego Carlos (8). Ha vuelto a su mejor nivel y el Sevilla lo echaba en falta. Expeditivo además de su contundencia natural. Salvó el empate del Krasnodar en los últimos minutos tras taparle un tiro a Ari.
Gudelj (7). El comodín de Lopetegui. Siempre a gran nivel. Fue el que llevó la batuta para sacar el cuero desde atrás y en defensa estuvo correcto. Le baja la nota el despiste en el casi gol de Cabella.
Escudero (6). A gran nivel hasta que se volvió lesionar del mismo codo que tuvo que operarse. Combinó bien por la izquierda y estuvo correcto en defensa.
Fernando (6). No ha sido el mejor partido de Fernando ni mucho menos, pero es totalmente imprescindible en este equipo. Cometió varios errores con balón impropios de su calidad.
Rakitic (7). El gol y no mucho más. El que tuvo, retuvo. Le falta un mundo todavía.
Óscar Rodríguez (6). La afición quiere verlo, pero si funciona a chispazos es complicado verlo con más asiduidad. Es el motivo por el que Lopetegui no le da más protagonismo.
Munir (8). Aparece en los momentos clave. Está tocado por la varita del gol y eso de oro. No fue su mejor partido tampoco al igual que el del resto del equipo, pero tiene esto: te llega tres veces y te anota una como mínimo.
De Jong (6). El trabajo está muy bien, pero a un delantero -y él lo sabe- se le piden goles. La tuvo en una segunda jugada, pero la mandó arriba. Si metiera más goles de los que mete no estaría en el Sevilla, pero tampoco se puede señalar a un futbolista que es vital.
Cambios
Jordán (7). El que mejor supo interpretar el partido. Había que crear espacios y él supo crearlos. Es un todoterreno y también te contiene además de darte otra cosa en ataque.
Óliver Torres (6). Lo único positivo que se puede sacar de Óliver es que se ofrece siempre aunque falle. Falló, y mucho, pero hay que tener mucha fe en sí mismo para intentarlo una y otra vez.
Rekik (6). Correcto, sin más. Tuvo una papeleta de un tamaño considerable teniendo que jugar en una posición en la que sólo ha disputado 21 partidos en su carrera, el último con el Olympique de Marsella en la 16/17.
Idrissi (7). Algo más de 20 minutos para el marroquí para demostrar, junto a los diez que disputó ante el Celta, que es el futbolista que necesita el Sevilla en ataque. Eléctrico, encarador y técnico. Va a aportar esa imprevisibilidad que necesitan los de Lopetegui arriba. Pudo marcar un golazo, pero el meta ruso le sacó el cuero con el hombro.
En Nesyri (6). Potencia y coraje. No tuvo ocasiones, pero fue el que arrancó hacia la portería en el 93′ para darle el cuero a Munir.
Lopetegui (6). Se equivocó en el planteamiento, pero cuando agita el árbol suele caerle oro. Hoy fue Munir el que le salvó, pero el Sevilla no puede permitirse mostrar dos caras tan distintas en un partido. La reacción siempre llega tras el golpe. Debe encontrar la clave para que el fútbol de su equipo sea más continuista.