“El Sevilla no tiene nada que hacer contra el Bayern”. ¿Cuántas veces han escuchado esa frase a lo largo de la semana? Tertulias, amigos con ganas de guasa, compañeros de trabajo… Esa frase ha resonado en la cabeza del sevillista en estos días previos al encuentro que enfrenta a los dos campeones de Europa de 2020 no una, sino varias ocasiones. ¿No se acuerdan de lo que pasó hace 14 años? El aficionado nervionense no lo olvida, ni lo olvidará. El Sevilla FC de Juande Ramos derrotó en Mónaco a uno de los mejores FC Barcelona de la historia en una exhibición de fútbol antológica guardada en los anales de la historia. 3-1, ni más ni menos. Muchas voces han hablado durante estos días, pero el que siempre -y siempre es siempre- tiene más que decir es el fútbol.
Jamás se puede menospreciar al rival. El mismo Sevilla que maravilló en la fase final de Alemania de la Europa League estuvo a punto de caer en dieciseisavos ante el Cluj si el VAR no hubiera intervenido. Los nervionenses son lo que a día de hoy son, entre otras cosas, por ser un club que no olvida y respeta su pasado en el barro, cuando ir a la que antes era la antigua Copa de la UEFA se parecía a la consecución de un título. Su pasado marcó las bases de lo que hoy es, uno de los grandes equipos de Europa al que, incluso, le temen más de lo que él teme a los contrarios -aunque siempre nos pongamos en el otro lado-. El Bayern sabe bien de lo que pueden hacer los de Lopetegui si no logran desactivarlo y desde Múnich no se fían de lo que se van a encontrar esta noche cuando Antony Taylor a las 21:00 horas indique el comienzo del choque en el Puskás Arena de Budapest.
La pretemporada tan corta que han hecho los sevillistas no será una excusa. Ni Lopetegui ni Monchi son hombres de poner excusas, prefieren ver la parte buena del asunto: el haber ganado la Europa League les ha hecho tener que recortar su preparación para la 20/21. Es cierto que el Sevilla llega con pocas semanas de entrenamiento, pero mantiene en su totalidad el bloque de la temporada pasada salvo la salida de Banega al Al Shabab y Reguilón, cedido por el Real Madrid la temporada pasada y que ha acabado marchándose al Tottenham. Es de agradecer esto para el técnico vasco, que si no se hubiera producido la pandemia por el COVID 19 habría perdido a gente como Ocampos, Diego Carlos o Koundé -aunque la situación de este último está todavía por ver-.
Las probaturas del técnico vasco ante el Levante y en el doble amistoso frente al Athletic no han permitido sacar muchas conclusiones más allá de que alineara un once bastante parecido al titular de la temporada pasada con la entrada de Rakitic por Banega. La duda recae sobre el sistema que empleará, ya que en los compromisos ante los leones usó un 1-3-5-2. La peligrosidad del Bayern en el último tercio del campo puede condicionar a un Sevilla que, tras haber seguido el trabajo de los de Lopetegui esta temporada, es capaz de manejar varios registros. La entrada de Acuña en el lateral en el habitual 1-4-3-3 no se contempla salvo sorpresa, por lo que saldría Sergio Escudero como titular ante los alemanes si se usara por esta disposición táctica, porque en el caso de que el técnico vasco opte por defensa de tres sería Ocampos el que ocupara dicho carril en solitario. Muchas dudas en el sistema que empleará el Sevilla mañana.
“El rodillo alemán busca su próxima víctima”
En el lado teutón no existen estas dudas. Los de Flick es el equipo más trabajado del mundo en estos momentos como así ha demostrado tanto en la Bundelisga como en la Liga de Campeones. Los teutones acumulan 31 encuentros sin perder y la reciente exhibición ante el FC Barcelona (8-2) en los cuartos de final de la Champions -que acabó ganando ante el PSG por 0-1 ante el PSG- no es fácil de olvidar. El poderío físico y la capacidad táctica de un equipo de autor no se verán mermados por la salida de Thiago, uno de los jugadores más destacados de la pasada temporada por los alemanes y que está supliendo uno de los jugadores que más está llamando la atención del planeta fútbol como Joshua Kimmich. Su tremendo potencial ofensivo y su robustez le han permitido alzar su trigésima Bundesliga y la sexta Liga de Campeones y todo sin cambiar su sistema, sólo el entrenador. Flick, segundo de Nico Kovac, promocionó a primer entrenador cuando el Bayern marchaba como cuarto clasificado en Alemania y el resto es historia. El entrenador alemán, un completo desconocido hace meses, se ha alzado como el entrenador revelación de Europa. Tras trabajar a la sombra de Joachim Löw en la Selección Alemana, ha logrado que su Bayern sea el equipo que más respeto infunde el Viejo Continente desde un continuista 1-4-2-3-1 que pocas dudas deja para este encuentro.
Sevilla y Bayern se medirán en el Puskás Arena con Antony Taylor como árbitro principal. El colegiado inglés es un viejo de ambos conjuntos, ya que ha impartido dos veces justicia a ambos equipos y ninguno cayó derrotado. Fue el encargado de dirigir el empate a cero del Sevilla ante el Basilea en la ida de octavos de final de la Europa League en 2016 y en la final del torneo, donde los de Unai Emery se proclamaron pentacampeones de Europa ante el Liverpool (3-1). Al Bayern les arbitró también ante el Rostov y Anderlecht en 2016 y 2017, partidos que cayeron de lado de los bávaros (5-0 y 1-2).
DATOS DE INTERÉS
Posible once del Sevilla FC: Vaclik; Navas, Koundé, Diego Carlos, Escudero; Fernando, Jordán, Rakitic; Suso, Ocampos y De Jong (1-4-3-3).
Posible once del Bayern de Múnich: Neuer; Pavard, Boateng, Alaba, Lucas Hernández; Kimmich, Goretzka; Gnabry, Sané, Müller; y Lewandowski (1-4-2-3-1).
Árbitro: Antony Taylor (Federación Inglesa. Internacional desde 2013)
TV: Movistar Liga de Campeones (21:00 horas)
Estadio: Puskás Arena (38.652 espectadores)