Lopetegui sabe que es crucial recuperar las bases de aquel Sevilla FC post COVID-19. Ese equipo asfixiante, intenso y que buscaba portería con facilidad. Después de ver el encuentro ante el Tottenham y ahora ante el Sporting, pocas dudas quedan que lo ocurrido en la segunda vuelta de la pasada campaña estaba supeditado a muchas circunstancias.
Es el segundo amistoso de pretemporada y elevar nada a definitivo es cuanto menos osado, pero a este Sevilla se le va ‘calando’ desde lejos. Presión alta, equipo largo y salir con velocidad a portería contraria. Ese el fútbol que Lopetegui implantó en Nervión a su llegada y que le ha costado mantener, salvo en la mencionada ocasión, en dos de sus tres segundas vueltas como técnico sevillista. Sólo había que ver como Óliver Torres, Lamela o Tecatito, en la primera mitad, no tenían otra cosa entre ceja y ceja que no fuera la portería del Sporting de Portugal. El mexicano, a pase del extremeño, anotó el tanto sevillista en el ecuador de la primera mitad con una jugada ‘made in Sevilla’: recuperación en campo rival, pase en profundidad y para dentro.
Lo hizo, además, con una pareja de centrales inédita que, hasta que Marcao este a su nivel y llegue el jugador que sustituirá a Koundé, será la que utilice Julen Lopetegui. José Ángel Carmona ya tocó la puerta del primer equipo la pasada pretemporada y en ésta tiene pinta de que la va a tirar abajo. Rekik, en silencio, sigue mostrándose a un nivel importante. Lopetegui tendrá que pensar bastante qué hacer en la zaga.
Ese equipo presionante, dinámico, agresivo y preciso desapareció tras los cambios en el descanso. La modificación al completo del once durante la segunda mitad acabó lastrando al equipo. Mucha presencia canterana y de jugadores que parece que su aportación al Sevilla ha terminado convirtieron al equipo, en ciertos momentos, en aquel de la segunda vuelta de la 21/22. Solo el Papu intentó tirar del carro y se reencontró, nueve meses después, con uno de los mejores jugadores del Sevilla. Suso volvió a sentirse futbolista, dejó un par de destellos de su calidad y muestras de su falta de forma por tanto tiempo sin competir. Empató Paulinho con un golazo al filo del pitido final y el ‘Cinco Violines’ se lo llevaron los nervionenses, que vuelven a Lagos para seguir el segundo stage de pretemporada.
Sacar conclusiones en pretemporada es imposible, pero algunas certezas como la idea de juego de Lopetegui, las ganas de algunos de futbolistas y la decadencia de otros, sí que ha dejado este segundo amistoso de preparación. Los puntos positivos son más difíciles de cambiar que los negativos. Esperemos que los actores, todos, hayan tomado nota.