Un cambio de mentalidad, aunque sin el respaldo de conseguir los resultados esperados: «El equipo ha empezado no sé si temeroso los 10 primeros minutos, pero nos han penalizado con un gol. A partir del minuto 15, el equipo ha empezado a jugar a lo que queríamos, al plan de partido que habíamos trazado, aunque cuando llegábamos al área rival, nos faltaban esos jugadores de segunda línea que pudieran hacer un poco más de daño. Lo hablamos en el descanso y han habido dos situaciones hasta que llegó el gol de Lamela; nos ha dado el empate. Nos ha dado esas sensaciones de poder meterles mano. Luego, ha llegado el 2-1, nos ha hecho daño y más tarde, el 3-1. Cuando hemos estado bien, cuando por momentos hemos sido protagonistas del partido, era el momento de hacerles daño y no lo hemos hecho. Aquí, sin hacer daño, te hacen daño.
«Me voy apenado. Ha habido un momento en el que las sensaciones eran que les teníamos donde queríamos; era cuestión de hacerles daño en 3/4 de campo».
Querer y no poder: «La sensación ha sido colectiva. Ha habido un momento donde hemos estado muy cómodos con balón. Cuando quizás era el momento de haber dado otro pasito, ha llegado el gol. Es una pena. Podríamos haber hecho más. Por momentos el plan del partido ha salido, pero deberíamos haber sido un poco más agresivos en su área».
Un giro positivo: «Lo positivo es que percibimos que lo que quiere el míster, lo hacemos mejor; que cada vez cogemos conceptos, tanto a nivel defensivo como ofensivo. Creo que podemos mejorar muchísimo en lo que él quiere. Nos va a hacer un equipo muy enriquecedor. Estoy convencido de que nos tenemos que empapar muchísimo de lo que él quiere, y con el tiempo, iremos jugando mejor; a partir de ahí, se van viendo brotes verdes. Toca trabajar y centrarnos en el partido del martes, un partido muy importante. Hay que jugar bien y hay que ganar».