El cambio de tendencia del Sevilla en 2023 puede tener varias lecturas y, posiblemente, muchos culpables. La buena adaptación de Badé y Gueye, el trabajo de Sampaoli durante el Mundial de Qatar, la mejora física de la plantilla con respecto a hace algunos meses… Pero lo realmente medible, palpable y casi lo más importante en estos dos primeros meses del año ha sido el rendimiento de Youssef En Nesyri y Suso.
Muchos tiraron la toalla con el gaditano. La llegada de Januzaj fuera de forma y, posteriormente, su imposibilidad de adaptación en el sistema de Sampaoli le dieron a Suso una oportunidad. De hecho, se llegó a especular con su salida al Almería en el mes de enero cuando venía entrando, poquito a poco, en los planes del técnico argentino. Eso sí, a una distancia sideral del futbolista diferencial que llegó al Sevilla.
Tras volver la competición en el mes de enero, Suso empezó jugando minutos residuales de los encuentros hasta el Osasuna 2-1 Sevilla FC de Copa del Rey. El gaditano entró al final del encuentro y le dio la asistencia a En Nesyri para forzar la prórroga. El calentamiento invernal estaba realizado para comenzar a volver a tener el impacto que ha mostrado en el Sánchez-Pizjuán. A los tres días, ante el Elche, jugó su primer partido completo tras su vuelta de la lesión y le brindó otra asistencia al delantero marroquí fabulosa. El fútbol le empezaba a sonreír de nuevo.
La victoria ante los ilicitanos era la segunda consecutiva que lograba encadenar el Sevilla en liga, algo que no había sucedido en toda la temporada, coincidiendo con el mejor momento de Suso en el Sevilla, desde hacía mucho, y con el de… Youssef En Nesyri. Tras la vuelta del Mundial con Marruecos, el ariete sevillista parece haberse reconvertido en aquel delantero de la 20/21 pero más asociativo. Lleva ocho goles en diez encuentros en 2023 y parece que la racha no va a parar. Si en algo destacó En Nesyri en aquella temporada es en la de encadenar muchos goles en pocos encuentros, algo que parece estar realizando de nuevo.
Cuando Jorge Sampaoli llegó al Sevilla, una de las primeras reflexiones que hizo fue sobre las ‘relaciones socio-afectivas’. El equipo tenía que encontrar asociaciones dentro del campo que le permitiesen crecer a partir de la casi automatización de movimientos en ataque. Con En Nesyri y Suso es lo que ha pasado. Es la primera relación que parece asentarse en Nervión desde la llegada de Sampaoli. La pregunta es si será la última.