El siguiente contrincante en el Ramón Sánchez Pizjuán será un Celta de Vigo, que llega al encuentro tras tener nuevo técnico desde el pasado 12 de noviembre. Hay dos maneras de ver esta situación: Que sea una noticia positiva para la plantilla viguesa el ‘deshacerse’ de Óscar García y se suelten mostrando la mejor versión de los gallegos, o que la falta de adaptación del nuevo entrenador (Eduardo Coudet) a su nueva plantilla provoquen desajustes que pueda aprovechar el Sevilla en su partido liguero.
Como ya se ha dicho anteriormente, el club celeste llega a la capital andaluza con nuevo técnico. Hace dos semanas en Elche, jugaron uno de sus mejores partidos de la temporada, a pesar de no haber conseguido la derrota, que fue la principal causa de la salida de un Óscar García, que se suma a la lista de cinco entrenadores destituidos en Vigo en menos de cuatro temporadas. Los analistas hablan de que más allá de las apreciaciones de un preparador técnico u otro, cuando se acumulan entrenadores sin éxito en un periodo relativo corto de tiempo, puede que la raíz del problema no venga desde el banquillo si no desde la zona noble del club vigués, el cual puede no gestionar de la mejor manera la toma de decisiones en algunos frentes.
Cabe recalcar, el afán de la entidad viguesa en contratar entrenadores sin experiencia laboral en España, Miguel Cardoso, Antonio Mohamed e incluso Eduardo Coudet, tal vez intentando revivir lo sucedido con Eduardo Berizzo, con el cual se vivieron momentos de auténticas hazañas europeas para un equipo con la historia del Celta.
Adaptación del ‘Chacho a una nueva situación: el peligro al abismo
Que el Celta de Vigo lleva ya unos cuantos años coqueteando con la posibilidad de bajar a 2ª División es una obviedad. Sus últimas temporadas, irregulares, evidencian que la entidad gallega lleva ya tiempo caminando por una cuerda sin una red de protección, pero que al final, mejor o peor, siempre acaba completando el trayecto.
Tras unas temporadas del técnico argentino de luchar por grandes títulos (Copa Libertadores), estar en Racing Club -con el que llegó a ganar una liga- o con Internacional de Porto Alegre, el cual decide abandonarlo cuando se encontraba como primer clasificado en el ‘Brasileirao’, para afrontar su retadora experiencia en España.
Queda analizar, como el argentino afrontará su nueva situación y de qué será capaz con una plantilla, que anda al borde del descenso desde hace ya muchos meses, más allá de esta actual temporada.
Plano táctico de Eduardo ‘Chacho’ Coudet:
Por ejemplo, en su último equipo (Internacional de Porto Alegre era perfectamente reconocible la mano del preparador. Ese conjunto brasileño, tiene las mismas características que tuvieron los Rosario Central o Racing, sus anteriores clubes, teniendo en común mismos modelo de juego: intensidad con y sin balón, jugadores que no están, si no que aparecen, ofensivos y con vértigo. Un sistema de juego fetiche como era su 1-4-1-3-2, el cual pocos equipos europeos desarrollan, ya que a diferencia del fútbol sudamericano, dicho sistema en el viejo continente no común verlo.
De todas formas, vamos a imaginar la situación de que sí, de que apuesta por ese novedoso dibujo ¿cómo lo plasmaría?:
En la fase de construcción de juego, cuando recibe una presión muy alta e intensa de algunos rivales (como sí es el caso del Sevilla de Lopetegui, que elige presionar arriba), apuesta por ‘saltar líneas’: Sus centrales se abren, los laterales se posicionan en el mediocampo (Mallo/Olaza, el ‘5’ (Tapia/Fran Beltrán) se retrasa entre centrales para crear superioridades y salir con el balón jugado.
Con él, cabe la posibilidad de ganar por intensidad y no tanto por creatividad. Tapia y Denis serán sus ejes principales de circulación de pelota, aquellos que ayudarán en la elaboración pero que ayudarán (sobre todo el peruano) en tareas más defensivas por su intensidad física. Nolito y Emre Mor podrían ser aquellos extremos que, desde fuera hacia dentro pisen el área con frecuencia. Siendo aquellos, los más incisivos de un equipo que puede acumular muchos hombres en fase ofensiva.
Suele ser el dueño de la posesión cuando va perdiendo o empatando. Pero, cuando está ganando, la presión pasa de zona alta a zona intermedia y el equipo se posiciona en 1-4-4-2.
En la delantera, Iago Aspas y Santi Mina podrían hacer lo que hacían Lautaro y ‘Licha’ López en Racing. Cuando uno va al apoyo, el otro se desmarca al espacio y viceversa. Ninguno de los dos es el clásico atacante de área como Paolo Guerrero que tuvo en Inter. El ‘9’ peruano era titular indiscutible con él pero se rompió los ligamentos el pasado mes de agosto.
Ha adaptado jugadores a situaciones que nadie pensaba, como Galhardo, un enganche brasileño de 31 años, que tras la lesión de Paolo lo puso como punta, a día de hoy es el máximo goleador y asistente de la liga brasileña, siendo un jugador, salvando las distancias como Iago Aspas, sabiéndose mover entre líneas y encontrando los espacios pero que en un principio al de Moaña, no le gusta ser un delantero al uso que hace su partido en el área, si no que aparece por construcción a partir de la banda.
La pasada temporada ya lo consiguió, empatando contra todo pronóstico en la jornada 3 de Liga (1-1), tras dos magníficas victorias hispalenses en Granada y Vitoria-Gasteiz. Está siendo una temporada de muchas sorpresas, de tremenda igualdad, pero que seguro el Celta, encima con nuevo técnico hará lo ‘imposible’ por salir con un resultado positivo de Nervión.