Si de técnicos cancheros hablamos, los que se juntan este martes en Nervión, Jorge Sampaoli y Gennaro Gatusso, son dos de los mayores referentes. La pasión y la sangre caliente con la que viven cada encuentro recuerdan a un fútbol que ya no existe, encorsetado por las formalidades y que transmite poco o nada al aficionado.
Dos entrenadores como son Gatusso y Sampaoli que viven con mucha intensidad los encuentros, pero que plantean dos estilos de juego que chocan completamente.
Gennaro Gatusso y el valor de la posesión
El técnico italiano lleva a cabo una máxima en la que asienta el planteamiento de sus partidos: El control de la posesión. Con la posesión del esférico, Gatusso busca controlar el partido a través de una versatilidad y dinamismo que sorprenda al rival con transiciones rápidas en las que los diez futbolistas de campo tienen cada uno un papel asignado. Para el ex del Milan, los talentos individuales de cada futbolista unidos en un mismo equipo dotan al conjunto de las virtudes necesarias para llevarse el encuentro. Gatusso busca que la identidad individual del futbolista se disipe para que sea la identidad del equipo en su conjunto la que brille.
En fase ofensiva, los equipos de Gatusso buscan atraer con la posesión al rival a campo propio para así superar las líneas de presión a través de jugadas combinativas. Esta acumulación de futbolistas tanto en campo propio como en zona de creación propicia la atracción de futbolistas rivales, creando espacios para así conseguir mediante transiciones rápidas llegadas al área rival.
La defensa de los equipos del italiano se realiza con el mayor número de futbolistas posibles. Estas continuas ayudas generan una superioridad numérica que provoca que los rivales se encuentren con serias dificultades para acercarse a la portería. El continuo acoso a la posesión en bloque medio – bajo se traduce en ocasiones en la generación de espacios que hacen daño al propio equipo, generando espacios en campo propio.
La adaptación de Jorge Sampaoli al Sevilla FC
No es ningún secreto que Jorge Sampaoli ha tenido que adaptarse más al equipo que ha heredado de Julen Lopetegui que al contrario. El sabio de Casilda se ha encontrado con un equipo con unos vicios asentados de la era Lopetegui que chocan con el modelo de juego eminentemente ofensivo que caracteriza al argentino.
La acumulación de futbolistas en el centro del campo y la defensa de tres centrales con carrileros se ha convertido en el modelo elegido por Sampaoli desde su llegada a Nervión. El escollo a superar, el gran número de futbolistas que juegan por detrás del balón y no por delante. Uno de los vicios heredados del anterior técnico y que merma en demasía las opciones de cara a gol de un equipo que tuvo que servirse de un tiro lejano para vencer a su rival el pasado sábado.
El reto del técnico argentino es mejorar colectivamente al equipo y acercarlo a la portería rival para que así la sombra de la falta de gol se vaya disipando con el paso de los encuentros.
La euforia y el nerviosismo serán la tónica dominante en las áreas técnicas de Gatusso y Sampaoli este martes en el Ramón Sánchez Pizjuán. Un partido de cancheros, con planteamientos tácticos distintos que pueden ofrecer al espectador un auténtico partidazo en el que dos equipos tremendamente necesitados de ganar buscarán llevarse unos tres puntos muy cotizados hoy en día.