Con experiencia a sus espaldas en Europa League, Óliver Torres no pierde la esperanza ante una victoria necesaria, y a su vez arriesgada en uno de sus peores momentos a nivel global. «Hoy era un día importante para nosotros, para reforzarnos como equipo. Sabe mucho este pase. El abrazo al final de toda la gente creo que ha sido símbolo de la unión y de la fuerza que hay en el vestuario; de lo que estamos sufriendo este año. No está siendo fácil. La gente que nos ha visto desde casa se merece esta alegría».
No obstante, y a pesar de todas las complicaciones, esta victoria avala la ambición de un equipo que busca demostrar que sigue vivo: «Refuerza el grupo; refuerza la unión. Tenemos mucha ilusión y esperanzas por el futuro. Desde la unión se pueden hacer grandes cosas. Ahora tenemos que enfocarnos en el domingo. Es otra final. El equipo va a dar la cara y va a ir a Getafe a ganar el partido».
Aunque el resultado deja muchos pensamientos en el aire, las buenas sensaciones parecen haber invadido al conjunto hispalense. «Sabíamos que iba a ser un partido complicado. Era un falso dominio. Tenían el balón pero no estaba pasando nada. Con el penalti se vinieron un poco arriba, pero luego se han partido. En líneas generales, me voy con una eliminatoria donde hemos sabido interpretar cada momento del partido y de la que hemos salido victoriosos».
Tras el pase a cuartos de final, toca poner distancia para centrarse de lleno en el encuentro frente al Getafe: «Es un partido muy importante, donde desde ya, tenemos que enfocarnos. Es vital. Estoy seguro de que el equipo va a competir y va a ganar».