El Estadio de Vallecas es el jardín de Andoni Iraola. El técnico vasco es uno de los proyectos de entrenador más interesantes de la nueva hornada de preparadores que está llegando a la élite del fútbol español. Tras dar sus primeros pasos en el AEK Lamarca chipriota, no tardó mucho en regresar a España para coger las riendas del Mirandés en la 19/20, dejándolo al final de la campaña en la undécima posición de LaLiga Smartbank y eliminando al Sevilla FC en Copa del Rey.
Su llegada al Rayo Vallecano, pese a las críticas en cuanto a juego, se ha convertido en su consagración como uno de los entrenadores más interesantes de los que están llegando. Iraola fue el técnico más agresivo de toda la Segunda División en la pasada campaña de la mano de su 4-2-3-1, permitiéndole robar muy rápido el cuero tras pérdida. Ese bloque tan alto le permite ser sobresaliente en esta faceta del juego, pero el riesgo de no lograr esa recuperación deja muchos espacios atrás que pueden ser letales para los intereses franjirrojos. Aún así, la temporada pasada mostraron una regularidad tremenda tras adelantarse en el marcador, por lo que será vital para los intereses de Julen Lopetegui no descuidarse atrás.
Con balón, el Rayo Vallecano de Andoni Iraola es un equipo que le gusta tener el cuero, que sabe distribuirlo con criterio y que pese a su alto porcentaje de posesión -el segundo más alto de la temporada pasada en Segunda- no es un equipo que no tenga recursos. Fue el cuarto conjunto que posesiones finalizó y el segundo que más centró y remató. Lopetegui deberá prestar bastante atención a los carriles y cuidar bastante los centros laterales, que ha sido uno de los principales debes de los sevillistas durante los últimos años.
Futbolistas como Óscar Trejo, Isi, el arquero Dmitrievski, Fran García o Santi Comesaña son las principales referencias de esta plantilla, de la que Iraola está convencido de que va a dar guerra en su vuelta a Primera División.