Llegará el partido en el que vea la portería borrosa, que los balones ya no le entren con tanta asiduidad y el aficionado sevillista, también debe ser consciente de ésto. Lo que sí parece más probable, que de saber dosificarlo Lopetegui, su lucha para ‘cazar’ balones, nunca se frenará. Condiciones físicas envidiables.
La fe mueve montañas y esa es la característica mayor de En-Nesyri, que está consiguiendo esta temporada, compensar la pérdida de Banega y el bajo acierto goleador de Ocampos.
La pasada temporada ya consiguió anotar 6 tantos en 26 partidos. Sin embargo, no pudo empezar peor el curso actual: aquella ocasión ante Neuer condenaron al atacante a cualquier tipo de crítica de los aficionados sevillistas. Pero lejos de hundirse en aquellas lágrimas que derramó en el estadio húngaro, se ha repuesto con goles que han valido a los de Lopetegui puntos en varios de Liga y Champions League.
El delantero marroquí vuelve a ser un dolor constante de cabeza para sus rivales, incontrolable en sus desmarques, y potente en su zancada. Otra cosa es su calidad con el balón en los pies, muy mejorable, pero en los movimientos sin balón, todo un genio.
No es diferencial por su habilidad, no, si no porque tiene la portería entre ceja y ceja, porque el Sevilla, aún estando sometido frente a los rivales, con él en el campo siempre hay una posibilidad de desmarque, de gol, de sacudirse la presión rival.
Con 16 tantos acumulados en la temporada, empieza a cobrar sentido la inversión realizada por Monchi, el pasado mes de enero de 2020, pagando alrededor de 20 millones de euros al CD Leganés. A pesar de la fuerte inversión realizada, su edad (23 años) hace augurar un futuro prometedor, quizás en otro club y con las arcas llenas de nuevo en la entidad hispalense.