El Sevilla FC termina su participación en la Liga de Campeones 21/22. Paupérrima, desastrosa y desalentadora. Julen Lopetegui es el máximo responsable de una actuación de los suyos ante el RB Salzburgo que sigue la tónica de cuatro de los cinco partidos disputados con anterioridad.
Bono (6). Quizás el que menos culpa tenga de la derrota. Es casi imposible parar a un jugador que llega desde segunda línea libre de marca.
Montiel (5). Hizo lo que no tenía que hacer ‘et voilá’. No se pueden perder balones en fase de iniciación. Su partido decente queda marcado por el error en el gol del Salzburgo.
Koundé (7). Ninguna queja de los centrales, que hoy rozaron la perfección. A Koundé le sientan bien este tipo de partidos.
Diego Carlos (6.5). El único error que tuvo no fue bascular más tras el error de Montiel que provocó la salida de posición de Koundé. Estuvo realmente bien.
Augustinsson (5.5). La amarilla lo condicionó. Buen sustituto de Marcos Acuña. Cumplidor.
Fernando (7). De central o de mediocentro, le da absolutamente igual. Juega de memoria.
Jordán (3). Se ha ‘cargado’ el encuentro, prácticamente. La expulsión por una doble amarilla era muy evitable. El trato con balón, si queréis, lo tratamos en otro artículo.
Rakitic (7). De olvidado a imprescindible. Más no se puede hacer para dar una asistencia, pero si el punta remata solo al larguero…
Papu Gómez (5). Ni fu ni fa.
Munir (5). El Sevilla FC no puede jugarse la vida en Liga de Campeones con Munir de delantero titular y Rafa Mir en el banquillo.
CAMBIOS
Óliver Torres (5). Lo intentó cuando el equipo ya estaba con uno menos. Algo es algo.
Óscar (4). No debe de ponerse más la camiseta del Sevilla FC. Así de crudo y así de real.
Rekik (5). Cumplió.
Rafa Mir (-). Sin nota porque no rascó bola.
Lopetegui (2). El máximo responsable del hundimiento del barco. La fase de grupos que ha completado su equipo es una auténtica falta de respeto a los aficionados. Con errores de benjamines en los que se han cometido cuatro penaltis, han sido dos expulsados, se ha ganado un sólo partido, empatado tres y perdido dos, no se merece ni disputar la Europa League. Se puede confiar en Julen como reconocer sus errores.