Todo estaba perdido. Cuando Elano, en el minuto 83 de aquella gélida noche en Ucrania de 2006, anotó el segundo para el Shakhtar Donestk, todo estaba perdido. También lo estaba cuando el Sevilla caía 0-2 en el Euroderbi y tenía que remontar en el Villamarín. No menos cuesta arriba estaba cuando Mathieu anotaba el 3-0 en Mestalla y ya se coreaba al unísono el ‘sí, sí, sí, nos vamos a Turín’. Todo estaba perdido.
El vídeo que ha publicado el Sevilla FC en sus redes sociales ha conseguido su objetivo. Ha logrado que los suyos abandonen su letargo, que se olviden de lo que han sufrido esta semana con su equipo y ha ‘engorilado’ a sus fieles escuderos. No es nada fácil hacerlo después de semejante eliminación en Copa y la imagen que ha dejado el Sevilla en los últimos encuentros, pero este equipo y su gente son así: no pueden no ilusionarse con unos octavos de final de la Champions League.
Lo ha hecho recordando encuentros históricos donde todo estaba perdido no, perdidísimo. Cuando había más dudas que certezas o, si lo prefieren, más corazón que cabeza. Esa cabeza de Palop en RSK Olimpiyskyi en el minuto 93′ que forzaba la prórroga o la misma de Mbia para silenciar un estadio con 55.000 personas que ya se veían en la final de la Europa League.
No le hablen a esta entidad de imposibles. Sabe lo que es venir del barro, de lo que cuesta una victoria y de lo importante que es hacer felices a los sevillistas -más si cabe en tiempos de pandemia-. También era imposible ganar SEIS Europa League y tres de ellas consecutivas, lo era también asentarse en Europa y en la cúspide de LaLiga después de años y años de pasearse por estadios de Segunda División o vencer al todopoderoso Manchester United en esta misma ronda de Liga de Campeones en 2018. Era imposible.
Cuando todo está(ba) perdido aparece el Sevilla FC. La eliminatoria ante el Borussia está casi imposible y es una verdad como un templo, pero a ver quién le dice a sus aficionados y al propio club que hay que bajar los brazos, que no hay ninguna posibilidad y que no peleen, que lo único que va a suceder es que Haaland les meta otros tres. A ver quién es capaz de decirle a un equipo que tiene alma de campeón y una legión de soldados con lo ojos inyectados en sangre apoyándole desde la distancia que no van a pasar a cuartos de final de la Champions League aunque todo esté perdido.