Si hace menos de un mes hablábamos de un lobo con piel de cordero, el Borussia Dortmund no es que haya cambiado en un ápice en los últimos meses. Es el mismo equipo, con diferente ‘alegría’ a la hora de jugar. Es el lobo que se comió al cordero. Un cordero llamado ansiedad. En estas nueve semanas de 2021 que llevamos vividas, el rival del Sevilla FC lo único que ha hecho ha sido mostrar su poder cuando ha querido, y le han dejado. Pero es cierto que el plantel de Edin Terzic superó con creces su estigma de juego, y desde entonces pocas sensaciones de debilidad ha mostrado.
Y, ¿En qué ha cambiado? Analizando sus partidos, antes del partido de ida de octavos, y tras la victoria en Nervión, la principal diferencia que se observa en este Dortmund es su frescura y dinamismo. Anteriormente jugaba con la presión de hacer gol cuanto antes, así como con la necesidad de ‘obtener en el saco’ los tres puntos cuanto antes. Recordemos que el equipo de Renania está sexto a cuatro puntos de los puestos de la Champions League.
El dinamismo de su juego, que emergió ante los pupilos de Julen Lopetegui, ha tenido un sendero bastante importante merced de dos partidos fáciles ante equipos de la zona baja, Schalke 04 y Arminia, en los que se notó a un equipo mucho menos necesitado, y mucho más tranquilo tanto en ataque como en defensa. Aunque han sido sus dos últimos partidos, ante el Borussia Mönchengladbach y Bayern de Munich, cuando se le ha podido tomar mejor medida. El primero de ellos, de Copa alemana, fue un claro ejemplo de las armas del Dortmund, ataque efectivo y contención defensiva. Dos elementos que desaparecieron a finales del pasado año. No obstante, ante el líder, el Bayern de Munich, todo fue de más a menos. Dos goles tempraneros de Haaland, hicieron que el equipo tuviera una ventaja que se marchitó antes del descanso. Pero al final claudicó, como todos sabemos.
Si tuviéramos que señalar a varios jugadores que han hecho posible este cambio en la dinámica de juego son Mahmoud Dahoud, Emre Can y Jadon Sancho. El primero por su implicación en el centro del campo. Para Terzic ha sido pilar fundamental desde el partido de ida de octavos, y ha sido titular desde entonces. El segundo, por su polivalencia. El ex de Liverpool y Juventus ha jugado en las últimas semanas de mediocentro, lateral derecho y de central. Esta posición es la que más le gusta a Terzic, ya que ha relegado al banquillo a Zagadou. Mientras que el último, el inglés Sancho, que será baja, es mucho más importante en este once que el propio Haaland. El noruego es portada por sus goles, pero aquel que se los sirve en su mayoría es el joven extremo. Tiene la friolera marca de 16 asistencias entre Liga, Copa y Champions. Seguramente será sustituido por Thorgan Hazard.
Los que son duda también hasta última hora son Raphael Guerreiro y Giovanni Reyna. El lateral portugués puede forzar y en el caso que no llegara lo suplirá Schulz, que ya incluso salió en la segunda parte en el partido de Nervión. Mientras que el americano Reyna, titular en la primera parte del campeonato, pero relegado al banquillo, también tiene opciones aunque es duda de entrar en la convocatoria.
Y ante esta situación, ¿Qué debe hacer el Sevilla FC para remontar el partido? Además de meter dos goles más que el rival, que es la primera necesidad, es de vital importancia controlar el centro del campo. Hace tres semanas, sobrepasaba las líneas sevillistas con una facilidad increíble. Fernando no podía cubrir tanto terreno de juego con un Dahoud que se colocaba en ese triángulo que forma el esquema de Lopetegui. El segundo punto es tener a Haaland lo más alejado del área. Tanto Diego Carlos como Koundé no fijaron lejos del área al gigante noruego ante la preocupación de su velocidad y fuerza en el uno contra uno, pero es necesario que el ariete no pueda llegar libre de marca en la frontal del área. Su golpeo es letal. Y por último, y lo más difícil, es crearle ansiedad al rival. Ya hemos visto que cuando el Dortmund juega con presión, su juego es más difuso. ¿Cómo se consigue? Logrando el primer gol en los primeros minutos. Suena fácil, pero no hay otro camino frente a este Borussia Dortmund. Ojalá aparezca el cordero por el Signal Iduna Park.