Tras la clasificación copera a dieciseisavos de final del equipo hispalense, el técnico de Asteasu, quiso alzar la voz para recordar a los dirigentes de la Copa del Rey, del problema sanitario que vivió en primera persona: “Te meten a 50 personas en un vestuario de 30 metros cuadrados, teniendo el protocolo que tenemos”, indicó. No tardaron las gruñidos propios de la prensa madrileña en poner a un personaje sevillista en el centro de la diana.
Como en su día hicieron con Monchi, el cual tras preguntarle por un posible segundo gol anulado al Sevilla en el Bernabéu, señaló: “Ya si nos llegan a anular el segundo por mano bajo al campo y saco al equipo”, afirmó con rotundidad. Esas palabras sirvieron en la capital española para mirar con lupa jugadas posteriores, por si se beneficiaba el club hispalense por errores arbitrales.
La prensa ajena al Sevilla en el día a día, encabezonados en su monotema en el que solo existe Madrid y Barcelona, asegura que lo único que buscaba era menospreciar al Linares y ‘su’ Linarejos (estadio) y de paso, criticar a Rubiales, el cual le impidió (risas) jugar un Mundial por el único motivo de haber fichado por el Real Madrid (más risas). Como arma arrojadiza, para responder al técnico y atacar la figura de un club como el Sevilla, ponen en marcha el ventilador, lleno de babas capitalinas, y muestran mediante imágenes, como quedaba el vestuario rojiblanco al finalizar el partido. Seguramente, esa fue la única vez que vimos como un vestuario profesional quedaba en malas condiciones, siendo el resto de equipos allá donde van, un ejemplo de limpieza e higiene, ¿no?
“Los mismos que acusan las palabras de Lopetegui como un desprecio al Linares, desean la SuperLiga, queriendo dejar la visita a Ipurúa del Madrid el miércoles con suplentes”.
Lopetegui tiene razón, denuncia la falta de cuidados sanitarios, no de que participen equipos ‘humildes’. Aquellos súbditos, al servicio del poder mesetario, recuerdan que, “los clubes modestos no tienen el poder económico de los grandes”, bueno, pues si tanto es así, ¿donde puede estar la crítica a eso que dijo? Si yo, en mi casa, no puedo juntar a más de 10 personas, no haré la reunión. Pues igual con el partido, si las medidas de protección no eran las adecuadas, nunca se debió haber jugado el encuentro en esas condiciones.
Este desorbitado escarnio público al que se ha enfrenta, una vez más el Sevilla, no hace más que ver lo mucho que molestas en su circo mediático. Mientras a unos, se les blanquea una fiesta en nochebuena; a otros, como el Sevilla, se dijo de todo por una barbacoa al aire libre.
Cuantos más juicios de valor se creen fuera del entorno sevillista, más les gustará a sus aficionados, más pertenecientes se sentirán a ellos, más filas recogerán y más apoyo recibirá el criticado. Incordia ver sus estadísticas, la clasificación o ver por ejemplo, aquello que se consiguió levantar en Alemania, siendo el único representante digno español por Europa en agosto. Para criticar, ya están los sevillistas y no intenten dar lecciones desde la capital. Déjennos en paz y preocúpense mejor de, defender lo que verdaderamente les interesa, una competición de selectos equipos para así querer destruir de una vez por todas este bendito deporte, pero no solo al Sevilla, sino también al Linares y a tantos otros conjuntos de fútbol.