Esta temporada en liga, el Sevilla FC en ataque se ha quedado sin ver portería en tres de los 10 partidos que ha disputado. De los siete restantes, solo en dos ha marcado más de un gol (tres al Cádiz y cuatro al Celta). Tras el partido ante el Real Madrid, es imposible no cuestionar la producción ofensiva del club blanquirrojo, y más aún, cuando el club blanco llevaba sin mantener portería a cero seis partidos ligueros consecutivos.
El principal problema es la monotonía. El Sevilla atacando sigue siempre el mismo patrón: balones a banda y centrar. Centrar hasta que el balón entre. Centrar hasta la saciedad. El balón siempre acaba en un costado y, ya sea el lateral o el extremo, acaba centrando. Cuando esa es tu arma principal día sí y día también, los rivales refuerzan las bandas para que los centradores se sientan presionados y no sean tan precisos.
La lesión de los laterales izquierdos, Acuña y Escudero, obliga también que esa banda se vea damnificada al posicionar a jugadores que no están acostumbrados a desenvolverse ahí. Cuando juegas en una posición que no es la tuya, siempre estás más cohibido, y no te proyectas tanto en ataque. Si el lateral no sube, el extremo se queda solo sin apoyos, y obliga a buscar siempre la banda derecha. Así, adiós a la sorpresa.
Otro problema es la falta de un mediocentro llegador. La temporada pasada, Banega era quien quedaba más cerca de los centrales para sacar el balón junto a Fernando, y Jordán quedaba con más libertad para avanzar y llegar, y así se vio en partidos como la semifinal de Europa League ante el Manchester United. Esta campaña, ni Jordán ni Rakitic realizan la labor del argentino, pero la intentan realizar a medias y por turnos. Al preocuparse ambos por esta labor, olvidan la función del centrocampista que llega al área indetectable y aprovecha la ocasión.
También es que el Sevilla madura mucho las jugadas. Encadena multitud de pases hasta llegar a la zona de tres cuartos. Y cuando llega, retrasa el balón y lo intenta por la otra banda. Así sucesivamente. Siempre suele ser el mismo guion de partido. Sin sorpresas, abrir puertas es complicado. Además, Ocampos, quien debe crear cosas diferentes, no está fino y le cuesta horrores superar a los rivales, y más aún dirigirse hacia dentro en vez de hacia fuera.
Los delanteros han demostrado que cuando las tienen no fallan. El problema es que no le llegan oportunidades para hacer gol. Siempre que han anotado En Nesyri o De Jong, ha sido en un centro lateral o en un rebote que ha quedado tras un centro lateral. Ambos son excelentes cabeceadores, pero tienen otros registros que deben explotarse. Solo anotaron goles en balones al espacio Munir ante Celta y Cádiz, y Rakitic ante este último también. Pero fue cuando el partido ya estaba medio decidido y el rival buscaba a la desesperada el gol. El Sevilla FC tiene que mejorar urgentemente en ataque.