Es la vorágine en la que está sumida el Sevilla FC en todos sus ámbitos. Se preveía la derrota y se dio, pero la forma en la que se acabó cayendo deja a las claras que el rumbo está totalmente perdida. Tras una primera mitad ante el Manchester City que estaba funcionando pese al 0-1, Lopetegui acabó pulsando el mismo botón que en la central nuclear de Chernobyl para destruir lo conseguido hasta el momento a pesar de que los propios sevillistas no eran conscientes de lo logrado. 0-4 y no hay nada a lo que agarrase.
El Manchester City es una apisonadora. Julen Lopetegui tenía claro el plan desde el comienzo, que pasaba por neutralizar todo el juego interior, pertrecharse atrás e intentar salir con velocidad en la medida que los de Guardiola te dejen. El propio Liverpool sabe, en sus carnes, lo que es jugar contra una máquina de jugar al fútbol como esta y el Sevilla hizo la primera mitad que había que hacer. Había pocas ocasiones, ninguna por parte de los sevillistas, y las del City no eran exageradamente peligrosas. Lopetegui parecía imponer su modelo en los primeros compases.
Un desajuste entre Telles y Acuña en el lateral zurdo desembocó en el gol de Haaland, que convirtió el segundo balón que tocó. Entraba en las cuentas encajar un gol, pero no destruir el castillo que se había ido forjando con el paso de los minutos. Pese a no tener ocasiones, pese a que al Sevilla le costaba coger oxígeno por la ausencia de una referencia y a la inexistencia de un jugador vertical. Convencer a una plantilla sin físico y con unas características contrarias a lo que se estaba jugando no es tarea fácil y Lopetegui lo estaba consiguiendo.
En el momento que comenzó la segunda mitad comenzó la autodestrucción. Lopetegui sacó a Delaney, el que estaba sosteniendo el centro del campo, y a Rakitic por Jordán y Rafa Mir. Sin Fernando, sin el danés y con el catalán en el campo, el Sevilla comenzó a hacer aguas. Muchos criticaron esa versión de equipo reservón en la primera, el vasco abrió la veda demasiado pronto y acabaron cayendo tres goles en cuarenta y cinco minutos. Reinó la anarquía, pero sin la pasión de sus proclamadores rusos. El coraje lo puso la grada, que estuvo -como siempre- a la altura de las circunstancias, pero cuando el colegiado pitó el final del encuentro no dudó en ir a por José Castro, pidiendo su dimisión.
La dinámica autodestructiva en la que vive el Sevilla es un peligro para cualquier entidad.. No solo en lo social, que ahí hay tela que cortar, sino también en el deportivo, con una planificación de Monchi desastrosa a todos los niveles para rendir a corto plazo y con un técnico que claramente ha perdido el rumbo del equipo. La cita ante el Espanyol decidirá el futuro de un Julen Lopetegui que acertó y se equivocó plenamente.
FICHA TÉCNICA
Once del Sevilla FC: Bono; Navas, Carmona, Nianzou, Acuña; Gudelj, Delaney (45′, Jordán), Rakitic (45′, Rafa Mir); Papu Gómez, Isco (78′, Januzaj) y Alex Telles (56′, Dolberg).
Once del Manchester City: Ederson; Cancelo, Rubén Dias, Akanji, Sergio Gómez; Rodri, De Bruyne; Foden, Bernardo Silva, Grealish y Haaland.
Goles: 0-1 (Haaland, 21′), 0-2 (Foden, 65′), 0-3 (Haaland, 67′), 0-4 (92′, Rubén Dias).