Ayer, sobre las 13:00 del mediodía, cualquier sevillista de bien que salía del trabajo, entraba, o se estaba tomando una cervecita acompañado de unos chicharrones en el bar de la esquina, se llevo un mazazo antológico al ver la campaña de abonados y sus respectivos precios.
No es para mi agrado decir que la mayor parte de la afición sevillista, por no decir toda, quedó descontenta por los precios y el cómo se transmitió el mensaje ayer acerca de los abonos para la temporada que viene. Pero la realidad económica pesa mucho más que un sentimiento por tu equipo.
El propio título lo dice: “Una cosa no lleva a la otra”. Desde la cúpula hispalense, ayer, se insistía, que el precio de los abonos tiene que ir acorde al precio de la plantilla e ir acorde al potencial del equipo, el cual se ha incrementado en este siglo XXI. Además, la comparativa dada fue con la época del 2006/2007 y 2007/2008, cuando se pagaba de media unos 450€ y aún así, hubo revuelo, pese a que en esa época yo tenía tan solo 4 años.
Mismamente, las diferencias económicas antes de las crisis del 2008, con respecto ahora, eran abismales y en eso estamos todos de acuerdo. Al igual que estamos de acuerdo en que la situación económica de ahora es de excepción, es decir, para no aumenta el precio de los abonos por como va el país en los económico, y desde el Sevilla FC no se ha tenido en cuenta.
Una situación de excepción de la que no se tiene en cuenta
Sea como fuere, el club hispalense analiza en una de sus claves de la campaña el hecho de que el Sevilla sea tan solo el 7º equipo de España con más ingresos por taquilla. En sus ingresos, recauda tan solo el 7.5%.
Partiendo desde la base que ahora, por como el fútbol ha cambiado, la gente va menos a los estadios( El Ramón Sánchez-Pizjuán fue el estadio número 31º con más asistencia media en la 21/22) y recaudar ingresos por taquilla es menos importante, ese argumento es una incongruencia, y más, si te quieres comparar con equipos como FC Barcelona, Real Madrid o Athletic Club de Bilbao.
Es una incongruencia basada en gran parte por razones económicas de sus propias ciudades. Sevilla, una de las capitales de una de las comunidades autónomas de España, se sitúa como la ciudad número 163º con un mayor renta per capital, muy por detrás de ciudad, municipios, pueblos e incluso barrios de Cataluña, Comunidad de Madrid y Pais Vasco.
No obstante, va a más. Seis barrios de la capital andaluza están entre los 15 con menor renta neta media anual por persona de toda España. Y sin olvidarnos de los pueblos de la localidad de Sevilla donde muchos viven con unos ingresos mensuales muy bajos y no se puede permitir un ocio tan caro como es el fútbol. Todo ello, sumado al gran paro que rodea no solo a la provincia de Sevilla, sino a Andalucía entera.
En definitiva, condiciones económicas que deberían ser tenidas en cuenta por los dirigentes del club hispalense y que a la hora de reunirse han hecho la vista gorda Así, van a conseguir que se consiga un efecto contrario al que esperan, tener al menos 38000 abonados para la temporada que viene.
Una masa social que preocupa
Cierto es que hay que vivir del presente pero siempre se tiene que tener en cuenta el futuro, más si eres una empresa como es el Sevilla FC, la cual, desde principios de siglo XXI, ha crecido de manera exorbitada.
Uno de los factores que hay que tener en cuenta es la masa social que dispone el Sevilla a nivel nacional, que no digo a nivel internacional donde verdaderamente se está haciendo las cosas bien, especialmente en Asia, donde la marca Sevilla si vende.
Donde no están haciendo las cosas bien es a nivel local, en Sevilla, en su provincia. La política social y de abonos del Sevilla me parece calamitosa y poco correspondiente con respecto a la política y modelo deportivo que tiene la entidad, una cosa no quita la otra, las cosas como son.
La edad media del abonado sevillista que va al campo es de 40 años, ayer mismo me respondía el club. Para reflexionar esa edad media que viene en el mismo hilo de los sevillistas más jóvenes, es decir, las próximas generaciones que verán al Sevilla en el futuro.
Uno de los principales problemas del Sevilla FC es el no incentivar la presencia de un público joven que se vaya “enamorando” de su equipo yendo “todos los domingos después de almorzar”. A diferencia de otros clubes donde hay carnets jóvenes muy asequibles económicamente y la edad de esos carnets jóvenes son hasta los 21 años, de ejemplo el otro equipo de la ciudad, el Real Betis, el cual hace las cosas extremadamente bien en este apartado, el Sevilla, de una manera u otra, no incentiva ese nicho de personas cuando es fundamental y lo recalco en mayúsculas, potenciar ese público porque es el futuro de la entidad.
“El Sevilla somos nosotros”
Eso mismo gritaban todos los sevillista en la final de la Copa del Rey contra el FC Barcelona en el Wanda Metropolitano el 21 de abril de 2018 tras haber perdido con un contundente 5-0. Ahí estaban, bueno, estábamos, me incluyo mi padre y yo, apoyando al equipo en las malas y dando un golpe en la mesa aclarando que el Sevilla FC sin su afición no es nada.
Con los precios que se han implantado para la temporada que viene, la arteria aorta de ese corazón se va a debilitar y eso de que tanto presume el club con el número 12 en los partidos, su gente, su ciudad, sus valores, se van a difuminar rápidamente por un simple número (ingresos de taquilla, 7.5%), que quieren mejorar.
La burbuja de los abonos, a nivel nacional, va a estallar dentro de poco porque es decepcionante los precios que se pagan en España con respecto a otros paises como Alemania o Inglaterra, donde la renta per cápita es mucho más alta y el fútbol más barato a nivel de entradas y abonos.