La peligrosa tranquilidad casi se come al Sevilla. Es muy difícil tener la mente en dos cosas a la vez, y las cosas hay que afrontarlas de una en una. A Mendilibar casi se le atraganta el Espanyol, y casi porque logró remontarle al final del encuentro. Los nervionenses consiguen la remontada ‘in-extremis’ antes los pericos para dejar la permanencia casi sellada y colocarse, junto al Girona, en la pelea directa por Europa. Ahora puede pensar en Turín todo lo que quiera.
Dmitrovic (5). Pudo hacer más en el gol de Puado.
Navas (7). Incansable en sus llegadas, casi sorprende un par de veces a Pacheco.
Gudelj (7.5). El mejor central sin serlo de la historia del Sevilla.
Rekik (0). Nefasto.
Telles (3). Una desilusión de incorporación en todas las líneas. Ni en lo que se le da mejor, que es atacar, está destacando.
Gueye (8). Enmendó su horrible primera parte provocando un penalti y dándole la victoria al Sevilla. Aún así, Monchi no debería de ficharlo.
Rakitic (6.5). Sin sus socios, sufrió; con ellos, emergió.
Suso (4). El tiempo que estuvo en el campo no apareció.
Bryan Gil (7.5). Hoy sí estuvo bien Bryan. Eléctrico, dinámico y con ganas de jugar. Encima marcando el gol que se le resistió tanto ante el Girona.
Óliver Torres (4). Perdidísimo.
Rafa Mir (5). Fue el principal damnificado cuando no tenía culpa de lo que ocurría. Aún así, brotes verdes en este final de temporada.
CAMBIOS
Ocampos (7). Está de dulce otra vez.
En Nesyri (5). Trabajo, porque ocasiones ninguna.
Acuña (6.5). Asistencia a Gueye y poco más. Está fundido.
Montiel (4). Su aportación se define por su mirada atenta a Gudelj mientras le robaba el balón a Joselu.
Mendilibar (6). Jugó con fuego y casi se quema. Las rotaciones ante el Espanyol le funcionaron de la misma forma que ante el Girona, pero supo corregir a tiempo.