El Sevilla Fútbol Club terminó por pasar de ronda en Linares tras un partido en el que desplegó un fútbol alejado de lo vistoso, pero donde mostró una gran contundencia arriba y fue lo suficientemente sólido atrás como para doblegar a un rival de menor categoría.
El partido comenzaría con un Sevilla que parecía ir con una marcha menos en comparación con el Linares Deportivo, que sentía el aliento de su público (que, en más de una ocasión, sobre todo hasta el primer gol sevillista, se tornaba en cánticos contra el Sevilla) en una gran noche para un club de su entidad.
Parecía, durante los primeros compases, que el Sevilla iba a tener en frente a un rival duro en un partido que se iba a hacer largo, lo que hacía no presagiar un buen resultado sobre todo dado el estado anímico del equipo. Por si fuera poco, la expulsión de Jorge Sampaoli, en torno al primer cuarto de hora por parte de Mateu Lahoz, ahondaba aún más en esta sensación.
No obstante, el Sevilla supo aguantar el embate anímico de la expulsión y esas ganas del conjunto rival para mantener el partido igualado e ir poco a poco acercándose a la portería del conjunto jienense.
Las llegadas se iban, así, sucediendo sin demasiada claridad hasta que ya en el minuto 37’ Acuña sacaba un magnífico centro desde la banda izquierda para que En-Nesyri volara por encima de los centrales y colara el balón con un remate de cabeza indefendible por la escuadra izquierda.
Apenas tres minutos después, Lamela aprovechaba el error del defensa central del Linares, que no era capaz de proteger un balón que venía por alto y le robaba la cartera para montar un dos contra uno que culminaba con un pase a En-Nesyri, que no perdonó en el mano a mano. Así terminaría la primera parte, con un cero a dos que dejaba ya pocas posibilidades al Linares Deportivo.
El arranque de la segunda mitad, ya vio a un Linares menos combativo que al comienzo del encuentro con un Sevilla que se mostraba más cómodo y que no se echó atrás con el resultado favorable. Así, en otra internada de Marcos Acuña, el argentino volvía a enviar un centro desde la izquierda buscando a En-Nesyri para esta vez encontrarse con el pecho de Lucho Squadrone que intentaría despejar, pero con la mala fortuna de introducirse el balón en su propia portería.
Ya con el 0-3 en el marcador, el bajón tanto anímico como físico del equipo de 1ª RFEF fue siendo cada vez más marcado y en esas llegarían los otros dos goles del conjunto hispalense: en el 69’, Erik Lamela y en el 74’ Youssef En-Nesyri que culminaba el hat-trick.
Poco más ocurrió con los cinco goles nervionenses ya en el electrónico, en un partido en el que el Sevilla mostró una contundencia inédita desde hacía mucho pero en el que también dejó la sensación de poca brillantez en un equipo en el que aún parece que hay futbolistas por recuperar y cosas que mejorar.