La figura de Monchi en el actual Sevilla es una de las que más tocadas está en estos momentos. El director general deportivo, junto a José Castro, es el principal objetivo de las críticas ante la situación del equipo, décimo-octavo en liga y tercero en Liga de Campeones. Después de su silencio tras la marcha de Lopetegui, el gaditano atendió a los medios de comunicación en Manchester en la previa del encuentro ante el City para valorar la situación deportiva de la entidad.
El partido ante el Manchester City, sin nada en juego: “No es un partido normal, no hay opciones matemáticas de variar la posición, pero es un partido de Champions ante el City y con el escudo del Sevilla en el pecho. Hay que darle la seriedad que merece y no se puede dejar de competir por conseguir el mejor resultado posible. En un momento así, moralmente conseguir un resultado positivo nos puede servir para recuperar confianza y creer en nosotros”.
Su silencio ante los medios: “Fue una decisión personal porque cuando uno habla tanto, con esto de que siempre atendía el día del partido, llega un momento en el que yo mismo me cansaba de escucharme e imagino que el aficionado también. Creía que era bueno pararme un poquito porque el mensaje no llegaba por la situación y porque posiblemente me confundía en el mensaje que mandaba. A veces uno no está tan lúcido para decir lo necesario en cada momento y lo que es mejor para el club. He estado parado creo que unas tres semanas en lo de las entrevistas, pero sí he seguido haciendo mi trabajo del día a día, que es lo importante. A veces, si no puedes transmitir lo que quieres y tú mismo no te ves y te confundes en el mensaje, es mejor pararte, ver las cosas con perspectiva y aquí estamos otra vez. Pero yo no he estado de vacaciones. He estado en el estadio, viajando, viendo fútbol y haciendo mi trabajo“.
¿Es su temporada más difícil?: “Siempre parece que lo último es lo más duro y difícil. Es un momento complicado, no a nivel personal porque eso ahora es más que secundario. Pero después más de 20 años como director deportivo, estamos en una situación fea, pero con la fuerza y la ilusión máxima de revertirlo. No cabe lamerse las heridas y sí reconocer errores, que han sido muchos, hacer autocrítica de verdad, de puertas adentro, y buscar soluciones. Hablar menos y hacer más. La crítica me la he ganado yo. Si hasta hace relativamente poco tiempo se destacaba mi trabajo y ahora hay crítica, es porque no estoy haciendo las cosas bien. No hay que buscar el culpable en otra parte. Si la gente, creo que con razón, no está contenta con lo que hacemos, tengo que asumir esa crítica con entereza, fuerza y mejorando lo que estamos haciendo. No hay otra que aplicar el trabajo. La gente no tiene ganas de escucharnos, sino de que hagamos cosas que cambien esta situación. Es frustrante para un sevillista ver la situación clasificatoria y entiendo que la gente tenga en su punto de mira a Monchi. Cuando ganábamos también salía en la foto y ahora tengo que reconocer que, si hay crítica, es que he hecho méritos para ello”.
Las supuestas discrepancias en la directiva: “El club ha crecido en base a que cada uno tenía un criterio y lo ha puesto encima de la mesa. Se ha discutido y, una vez creemos que es el camino, vamos todos en esa dirección. Yo soy un tipo complicado porque tengo un genio difícil. Yo discuto con el presidente o el vicepresidente, pero igual que cuando ganamos en Colonia y batimos el récord de puntos en LaLiga. Hay que levantar la voz de vez en cuando, siempre de manera constructiva. Es lo que pasa ahora y pasaba antes. Yo no he pensado en irme, al contrario. Solo amagar con eso sería de cobarde. Yo puedo ser muchas cosas, pero cobarde no. Siempre he dado la cara, a veces me la han partido y otras no, pero no pienso más que en intentar recuperar la inspiración, esa línea para, junto a toda la gente del club, darle la vuelta a la situación difícil, que requiere lo mejor de nosotros y la concentración absoluta en el objetivo. Hemos tenido que prescindir de un entrenador exitoso y la situación no es buena. No caben paños calientes y nos hemos equivocado. Vamos a buscar la versión del pasado, en la que acertamos”.
El estado actual de la plantilla y lo que espera en el mes de enero: “Evidentemente esta plantilla tiene más fútbol, más rendimiento y más repertorio futbolístico del que está ofreciendo. No tenemos una plantilla para ser el 18º. Es una plantilla que se puede mejorar y vamos a estudiar todo aquello que creemos mejorable sin prejuicios. Hay una serie de parámetros que hay que meter en la coctelera, pero intentaremos hacer aquellos esfuerzos que nos permitan todo sin tener miedo. He tomado todas las decisiones desde la libertad absoluta y del convencimiento, entonces, de que era lo que se necesitaba. Viendo los resultados, no hay duda de que hemos hecho cosas mal”.