Oussama Idrissi ha pasado tres meses caóticos desde su llegada a Nervión. El extremo marroquí fue una apuesta en firme de Monchi para competir con Lucas Ocampos en la banda izquierda, pero entre lesiones y minutos residuales no ha logrado contentar a Julen Lopetegui, que le estaba dando protagonismo en las anteriores rondas de Copa del Rey.
Su lesión a comienzos de la temporada, clave para que no viéramos su mejor nivel
El Sevilla FC pescó en el AZ Alkmar a un futbolista que había anotado 17 goles y 10 asistencias en 42 encuentros entre la Eredivise, la Europa League, la ronda previa de esta y la Copa de Holanda en la 19/20. Después de demostrar su potencial durante varias temporadas en la liga holandesa (también en el Groningen), era el paso que necesitaba un futbolista al que los Países Bajos se le empezaba a quedar pequeño.
LaLiga y un proyecto con ganas de hacer algo importante en España y en Europa fueron los principales motivos para que el marroquí recalara en el Sevilla, pero una extraña lesión muscular que ya arrastraba antes de llegar a la entidad nervionense le hizo perderse los 7 primeros encuentros de la temporada. Debutó ante el Celta de Vigo disputando 9 minutos donde fue el protagonista del último tramo de partido encarando y buscando portería en un partido que se acabarían llevando los de Lopetegui en los últimos minutos 4-2.
Desaparecido en liga, la Copa del Rey era la oportunidad de demostrar al técnico vasco que podía participar más asiduamente con el equipo en los partidos importantes. Titular ante Lucena, Linares y Leganés y con algo menos de media hora ante el Valencia en la última ronda, Idrissi logró dar una asistencia ante los cordobeses, lo máximo que pudo hacer en el torneo del KO.
También tuvo tiempo de dejar su sello en Liga de Campeones al estar el pase a octavos bastante encarrilado. Con rotaciones en la segunda vuelta, Idrissi disputó los partidos ante el Chelsea (0-4) y ante el Rennes (1-3) como titular en los que también dejó otra asistencia.
455 minutos y dos asistencias han sido su bagaje en estos primeros meses en el Sevilla FC, unas cifras para nada destacables para un futbolista que estaba llamado a ser importante y que afrontaba su primer desafío fuera de Holanda.


Ocampos y su inamovilidad; Suso y el liderazgo
Otro de los grandes males de Idrissi en sus primeros meses en Sevilla ha sido Lucas Ocampos. Jugador indispensable la pasada campaña por su faceta goleadora y desequilibrio, el ex del Olympique de Marsella sigue siendo indispensable para Lopetegui esta campaña aunque su aportación en cifras ha caído en picado. Pese a ello, la calidad, el trabajo y su imprevisibilidad le hacen ser un auténtico fijo en el extremo zurdo.
La esperanza para el marroquí podía haber sido que el de Quilmes ocupara el lado diestro del ataque, pero la explosión de Suso esta temporada le ha cerrado prácticamente todas las puertas a Ocampos de volver a la derecha. Tras volver de su lesión, el gaditano está mostrando un rendimiento similar que el que lo llevó a la Selección Española: encara, regatea, dispara y tiene esa chispa que tienen ese tipo de jugadores especiales. Echándose a la espalda la responsabilidad ofensiva del equipo ante la poca aportación de Rakitic, a Suso hay pocos jugadores en Europa que puedan sentarlo.
La llegada del Papu, la última piedra en el camino
Por si fuera poco para Idrissi, que ha tenido que lidiar con dos futbolistas con auténticos galones, la llegada del Papu Gómez a Nervión ha acabado con las aspiraciones del marroquí esta temporada. El ex del Atalanta, en el gran movimiento de todo el mercado invernal, es un futbolista que pese a su evolución como falso interior puede partir también desde el perfil izquierdo, dilapidando con casi toda seguridad las opciones del ex del AZ de gozar con minutos importantes hasta final de temporada.
Lo que genera esperanzas reales de ver al verdadero Idrissi ha sido que el propio futbolista puso sobre la mesa la opción del Ajax para recuperar sensaciones sin incluir opción de compra por parte de los holandeses. La lesión de comienzos de temporada fue, sin duda, la mayor traba para un futbolista diferente, que te cambia partidos y que tiene unos registros similares a otro futbolista que dejó un gran legado como Pablo Sarabia. Un paso atrás para, en seis meses, dar dos hacia adelante y ganarse la confianza de Lopetegui, que lo seguirá al detalle.