Que la actual situación sanitaria es complicada no se le escapa a nadie, y que el desarrollo del fútbol modesto y semiprofesional está en la cuerda floja tampoco es una novedad. El desarrollo de las competiciones de Segunda B y Tercera División se encuentran en un momento delicado.
Con tan solo dos jornadas disputadas, en el subgrupo B del Grupo IV, en el que compite el Sevilla Atlético, se han aplazado ya tres encuentros por casos de COVID-19 en las respectivas plantillas. Tanto el Recreativo Granada, que ha volvió el lunes a los entrenamientos tras tres semanas parado, desde el 5 de octubre, lo que ha supuesto el aplazamiento de sus encuentros ante el Real Murcia y el propio filial sevillista; como el Real Murcia, próximo rival del Sevilla Atlético, que tuvo que aplazar su encuentro del pasado domingo ante el Betis Deportivo, han sido los primeros equipos castigados por el virus.
Esto supone un perjuicio tanto para los propios equipos afectados, como para los que se enfrentan a ellos, entre ellos el Sevilla Atlético, que, como es presumible, puede ver aplazada una semana más su segunda aparición en la categoría de bronce del fútbol español por los contagios en la plantilla de su próximo rival, el Real Murcia.
El resto de grupos no se libran de la incidencia del virus. En total, desde el inicio de la competición el pasado 18 de octubre, se han suspendido un total de 10 encuentros. El Grupo I ha sido el único que se ha podido disputar la totalidad de los encuentros de sus dos subgrupos En el resto de grupos, en los grupos II, III y IV se han suspendido tres encuentros en cada grupo, y en el Grupo V tan solo se ha suspendido un encuentro.
El rápido avance que está teniendo esta segunda ola deja en el aire el desarrollo del fútbol semiprofesional y amateur, más si cabe cuando la toma de decisiones se está produciendo en el seno de las comunidades autónomas, lo que puede producir que, dependiendo de la incidencia de la pandemia en cada comunidad, se tomen decisiones que generen conflicto a la hora de la disputa de encuentros entre equipos que pertenecen a distintas comunidades. En el caso del Grupo IV, grupo en el que compite el Sevilla Atlético, los equipos murcianos, el UCAM Murcia, el Real Murcia, el Lorca Deportiva y el Yeclano Deportivo, miran de reojo las medidas que pueda tomar el Gobierno de la Región de Murcia, que ya ha limitado la práctica deportiva federada de competición autonómica de mayores de 18 años, que se limitará a los entrenamientos activos, suspendiéndose el inicio de las competiciones hasta el 28 de noviembre, fecha en la que se valorará su reanudación a la vista de la evolución de los datos epidemiológicos.
Con todos estos factores sobre la mesa, y conociendo las limitaciones económicas que tienen la mayoría de equipos en la categoría a la hora de hacer frente a las medidas de prevención, el desarrollo de la Segunda B queda supeditado a que la incidencia del virus de un respiro y permita disfrutar de la calidad que ofrece el fútbol semiprofesional.