Ya se ha puesto fin a la operación Reine-Adelaïde. El centrocampista francés volverá al Lyon tras no superar los reconocimientos médicos y la incertidumbre del Sevilla a la hora de no rendir inmediatamente, lo que necesita el club ahora; jugadores que den certeza desde el primer momento.
Lo que no ha dado certeza son las condiciones físicas del jugador. Los antecedentes estaban claros. Venía de dos lesiones de cruzado en la temporada 19/20 y en la 20/21 por lo que lleva sin dar un rendimiento óptimo desde hace tiempo, teniendo en cuenta la peligrosidad de las lesiones de cruzado a la hora de hablar de las secuelas que deja en el rendimiento post-lesión.
Sea como fuere, la operación ha dado muchas vueltas. En la tarde de ayer salieron un sinfín de noticias y rumores. El mismo jugador llegó a visitar las oficinas del club y llegó a estar vestido con la propia indumentaria del equipo. Además, en las últimas horas, por intereses del propio futbolista, llego a salir que todo era una cuestión económica y que el problema era unos pequeños flecos que tenían que solucionar el Sevilla FC y el Olympique de Lyon.
No obstante, todo eso es mentira y todo se debe a los puros intereses de un futbolista que quiere preserva su condición física para poder firmar por otro equipo este mercado de invierno.
Sin duda alguna, esta operación es otro aliciente más de una planificación que no se entiende. Si es verdad que el Sevilla ha sabido rectificar a la hora de no firmar al jugador, como no hicieron en verano con un Marcao que venía lesionado y sigue recuperándose de su operación, pero teniendo en cuenta los antecedentes de lesión del jugador, además recientes, te arriesgas a este tipo de situaciones.