El Sevilla vuelve a sonreír. Pese a la presión de los visitantes, el cuadro hispalense salió con otra cara tras el paso de la primera mitad del encuentro, siendo Joan Jordán el encargado de abrir el marcador del Sánchez-Pizjuán. El goleador, aliviado por el triunfo, ha valorado el esfuerzo de todos sus compañeros en un momento clave para levantar cabeza:
«Es un partido raro, con dos partes totalmente distintas. En primera parte creo que no hemos estado bien. Hay cosas que durante la semana no nos han salido. No estábamos cómodos. Han tenido situaciones de gol para adelantarse; por suerte, no ha sido así. Hemos dado un paso adelante en la segunda parte siendo agresivos y queriendo controlar el partido. Nos da un margen bueno para la vuelta, aunque no está cerrado. Un 2-0 es una victoria importante».
Más allá de estar viviendo esta temporada con intranquilidad, esta sensación parece superar las barreras de lo deportivo, afectando de lleno en la vida personal de todos los implicados: «Sentimos rabia por cómo se está dando esta temporada. Estamos en una situación compleja. Nosotros, nuestras familias, lo estamos pasando mal; y estando en una situación así, se hace complicado jugar».
Partiendo con una ventaja de dos goles para viajar hacia Turquía, los rojiblancos retoman la senda de la victoria con la intención de convertir este resultado en un aliciente para seguir sumando logros en la competición liguera:
«Estoy convencido de que tanto a nivel individual como colectivo, la plantilla tiene más calidad. La realidad es que no lo mostramos. El domingo tenemos un partido muy importante y la victoria de hoy nos refuerza tanto para la Europa League como para el próximo partido. La gente se merecía esta victoria. Han estado increíble todos los que han venido. A ver si afrontamos el partido del domingo con un poco de alegría y confianza».