Porque el fútbol siempre da la oportunidad de vengarse y porque la vida siempre da segundas oportunidades. El Sevilla FC sabía que se jugaba darle un ‘bofetón’ a todos aquellos que despotricaron, ridiculizaron y denigraron contra él por el derbi copero y no dejó escapar la ocasión. 2-1, con gol bético sobre el pitido final, y con una exhibición de intensidad y fútbol difícil de superar en el primer tiempo.
Ser o no ser, Sevilla es la cuestión. El espectacular tifo desplegado en Gol Norte iba a anticipar lo que íbamos a ver durante los primeros 45 minutos en el Sánchez-Pizjuán, con una oda al fútbol de vértigo que hacía muchísimo tiempo que no veían los que frecuentan el coliseo nervionense. En el minuto 1 ya hubo una caída de Jordán dentro del área del Betis.
Del Sevilla y de su técnico se ha hablado -y se seguirá- hablando mucho. Que si amarrategui, que si conservador, el famoso paso atrás… Pero es que no le dan las piernas para hacer más. El vasco cambió de forma radical su plan habitual de partido y desató a las bestias, que en 45 minutos dejaron encarrilado el encuentro. El juego tan directo, la intensidad en cada balón dividido, la forma en la que atacaba los espacios y ahogaba al Betis con una presión tan arriba no se le había visto al Sevilla en toda la temporada. Lo que suele ocurrir cuando te tocan el orgullo, que te vuelves aún más peligroso.
La mirada siempre triste de Manuel Pellegrini reflejaba el estado de ánimo de su equipo. Estaban desbordados ante tanto blanco y rojo y las piernas no le daban para frenarlos. Tecatito fue el mejor del encuentro -una vez más- junto a Marcos Acuña. El mexicano se inventó una jugada espectacular con un autopase y un balón al espacio para En Nesyri que acabó provocando un penalti y el gol posterior de Rakitic, y para parar al argentino se necesitaban cinco jugadores vestidos de verde y blanco.
Conforme iban avanzando los minutos el Sevilla iba bajando ese ritmo tan frenético de la primera media hora. No era lógico ni normal ese esfuerzo y, tal y como está el equipo físicamente, era obvio que iba a suceder. Sin ir más lejos, Papu Gómez se rompió en torno a la media hora de encuentro y tuvo que entrar Munir, al que se le pueden discutir muchas cosas pero nunca su facilidad goleadora. Saque de portería de Bono, la defensa del Betis se entretiene con En Nesyri y aprovechó el hispano-marroquí para batir a un blandito Bravo, que sabía de la gravedad de su error. Un 2-0 a este Sevilla es casi imposible de remontar.
Si ya cayó el Papu antes del descanso, Diego Carlos lo haría en el mismo. Forzó para llegar, jugó la primera mitad y ahí quedó. Entró por él Gudelj, que volvió a estar de notable en el centro de la zaga y darían comienzos los segundos 45 minutos que no se iban a parecer en nada a los primeros.
Escasísimas ocasiones del Sevilla, una para el Betis en botas de Álex Moreno que incomprensiblemente erró -y Bono se lo agradeció- y mucho toqueteo de balón. La entrada de Óliver Torres, visto el panorama, acabó por dinamitar las poquísimas opciones que le quedaban a los béticos, que lograron el gol del honor el 93′ con un golazo de Canales. Con polémica por haber adelantado el balón, pero golazo.
El que ríe el último ríe mejor. El refranero español nunca se equivoca aunque algunos escupan para arriba pensando que nunca caerá para abajo. Ahora no ha ganado el ‘jiji’ ni el ‘jaja’. Ha ganado el que normalmente suele hacerlo sin importarle el escenario, pero siempre con estilo.
FICHA TÉCNICA
Once del Sevilla FC: Bono; Navas, Fernando, Diego Carlos (45′, Gudelj), Acuña (81′, Augustinsson); Delaney, Joan Jordán (75′, Óliver Torres), Rakitic; Tecatito, Papu Gómez (30′, Munir) y En Nesyri (81′, Rafa Mir).
Once del Real Betis: Bravo; Bellerín, Bartra, Víctor Ruiz, Álex Moreno; Guido Rodríguez (78′, Paul), William Carvalho (45′, Joaquín); Canales, Fekir (45′, Ruibal), Tello; y Borja Iglesias (70′, William José).
Goles: 1-0 (23′, Rakitic), 2-0 (41′, Munir), 2-1 (90+3′, Canales).
Arbitraje: Del Cerro Grande (Comité Madrileño). Amonestó a Bono, Fernando, Acuña, Joan Jordán, Munir y Augustinsson en el Sevilla. Vieron amarilla en el Betis Guido, Canales y Ruibal.