Con jarana se vive mejor. El Sevilla FC 2-0 Espanyol es una muestra de que las victorias, con sufrimiento, valen el doble. Los de Lopetegui, con una autoexpulsión de Delaney a falta de media hora de encuentro, dejaron los tres puntos en el Sánchez-Pizjuán en una nueva muestra de que la mejoría en física y futbolísticamente es notable. En Nesyri puso la calma en la primera mitad y Rafa Mir apaciguó las aguas en la recta final.
Creer o confiar en Julen Lopetegui es un ejercicio de fe. El técnico sevillista, tras haber confeccionado el once más lógico que puede hacer, decidió volver a la dupla Jordán-Rakitic en el centro del campo, algo que se ha demostrado por activa y por pasiva que no acaba de funcionar. La vuelta de Navas al once, la titularidad de Delaney por Fernando y la de Suso, que entró por Lamela, fueron el resto de novedades en los nervionenses para intentar conseguir dos victorias consecutivas en liga.
Las características de Espanyol y Sevilla hacían presagiar que íbamos a ver un buen partido de fútbol y eso fue lo que ocurrió en el Sánchez-Pizjuán. Los pericos, con una propuesta muy dinámica y ofensiva, decidieron no ir a presionar la salida de balón nervionense, su principal punto flaco, y los de Lopetegui se hicieron con el mando del encuentro desde el comienzo. Alejando a Rakitic de la primera línea de presión, Delaney fue el encargado de capitanear a los nervionenses en la iniciación además del recurso del balón en largo, que utilizó Diego Carlos en alguna que otra ocasión.
Tras varios acercamientos sin mucho peligro del cuadro sevillista sobre la portería de Diego López con un Lucas Ocampos todoterreno por todo el ancho del campo, cuando tuvo espacios para correr destrozó al cuadro perico. Joan Jordán, que lleva dos encuentros a un gran nivel, se deshizo de su par con un sombrerito espectacular, abrió para Suso, que temporizó a la perfección, que encontró a Navas y el centro raso del capitán sevillista lo empujó En Nesyri en el 13′ de partido.
El Espanyol siguió con su plan de partido, combinando por dentro e intentar encontrar desprevenido al cuadro sevillista. Raúl De Tomás, de hecho, anotó en fuera de juego muy justo por un error nervionense en el centro del campo, pero eso no cambió el guion. Delaney cuajó sus mejores minutos con la elástica del Sevilla FC y entre Navas por la derecha y Acuña y Ocampos por la izquierda fueron los más destacados del primer acto.
El segundo tiempo fue totalmente distinto. Además del cambio de sistema en el Espanyol, que pasó a un 4-4-2, los catalanes comenzaron a tener más balón y se acercaron con más peligro sobre la portería de Bono. Conteniendo a la perfección los golpes y saliendo con velocidad a la contra con Fernando y Lamela sobre el césped, en el minuto 65 de partido pudo cambiar el rumbo del encuentro de golpe. Delaney, en un acto de cualquier alevín o cadete, fue expulsado por González Fuertes en cuestión de diez segundos. El colegiado, tras mostrarle una primera amarilla por las protestas, le enseñó la segunda por aplaudir de forma irónica la decisión. El enfado de Julen Lopetegui con el danés por tener que afrontar media hora con un hombre menos era morrocotudo.
Otra vez el Sevilla tenía que remar contracorriente. Contaba con la ventaja en el marcador, pero no sobre el campo, y tenía que hacer una exhibición defensiva de las de antaño para que los tres puntos se quedaran en el Sánchez-Pizjuán. La entrada de Karim Rekik iba a ser clave para ello, porque además de colocarse como tercer central, logró, desde el suelo, darle el pase a Rafa Mir para que cruzara y sentenciara el encuentro en el 87′. Las victorias que pese a ser sufridas aman en el barrio de Nervión.
Bajándose al barro es como se fraguan los equipos campeones. Por el aura que transmite en sus encuentros, el Sevilla FC de Julen Lopetegui Agote es uno de ellos. Podrá ponérselo todo en contra, que este equipo saca de donde no hay para no caer contra la lona. Salzburgo y Real Sociedad fueron testigos que para doblegar a los nervionenses no basta con fútbol, también es necesario casta y coraje. A eso, precisamente a eso, y escoltado por 30.000 sevillistas, no le gana nadie.
FICHA TÉCNICA
Once del Sevilla FC: Bono; Navas, Diego Carlos, Koundé, Acuña; Delaney, Jordán, Rakitic (Fernando, 56′); Suso (Lamela, 56′), Ocampos (Rekik, 70′) y En-Nesyri (Rafa Mir, 70′).
Once del Espanyol: Diego López; Aleix (Vadillo, 90′), Cabrera, Sergi Gómez, Pedrosa; Keidi Bare, Mérida (Dimata, 46′), Darder; Embarba (Loren, 78′), Wu Lei (Nico, 57′) y De Tomás.
Goles: 1-0 (13′, En Nesyri), 2-0 (87′, Rafa Mir).
Árbitro: González Fuertes (Comité Asturiano). Amonestó a Rakitic, Lamela y a Delaney en dos ocasiones.