Cuanto más difícil se lo pongan, mejor va a reaccionar. El Sevilla FC de Julen Lopetegui se mantiene vivo en Liga de Campeones tras vencer al Wolfsburgo por 2-0. Jordán y Rafa Mir pusieron los goles en un encuentro que reflejó a la perfección los valores de este equipo: casta y mucho fútbol.
Noche grande en Nervión. Pese a la dificultad del encuentro ante los alemanes y lo que podía significar, los soldados de Julen Lopetegui eran conscientes de que iban a ganar la primera batalla de esta guerra que se desenvolvería en dos escenarios: Sevilla y Austria.
Con cambios importantes en el once sevillista, sobre todo por la aparición del Papu y de Munir en el frente de ataque, los nervionenses iban a entrar de forma inmejorable en el encuentro. Siendo agresivos en la presión, volcados en ataque y maniatando al Wolfsburgo, los costados iban a ser la principal fuente de ataque para los sevillistas. En la primera que tuvo, antes del cuarto de hora de partido, Jordán la metió para dentro con el alma tras un espectacular centro de Iván Rakitic al que nada pudo hacer Pervan, que jugaba sus primeros minutos de la temporada.
Se esperaba un paso atrás del Sevilla, que se dio, pero no fue el que estamos acostumbrados en los últimos tiempos. Con un posicionamiento espectacular que le permitía recuperar rápido tras perder el cuero y, sobre todo, una salida de balón que dejó grandes impresiones, los de Lopetegui tenían controlado el encuentro desde que se pusieron por delante. La permuta Acuña-Rakitic en el costado zurdo fue vital para descolocar a la primera línea de presión alemana.
Los minutos iban pasando y el Wolfsburgo tuvo una ocasión bastante clara en los pies de Nmecha, que se sacó un potentísimo disparo que, tras despejar Bono, impactó en el larguero y que acabó despejando Diego Carlos. Pudo ser invalida por mano si finalmente hubiese acabado dentro, pero ahí terminó el Wolfsburgo y empezó el mejor Sevilla, el reconocible y el que ha conseguido lo que ha conseguido en los últimos años gracias a la solidaridad y al buen fútbol que practica.
Ocampos, Acuña, Fernando y Montiel fueron los más destacados de un primer acto que iba a ser una preview de lo que íbamos a ver en el segundo, con un equipo entregadísimo en la resta y que controlaba a su antojo a un rival que no era capaz ni de hacerle cosquillas.
Como venimos diciendo, en el segundo acto volvimos a ver a ese Sevilla de siempre. El que trabaja y pelea como nadie, el que, tras ajustar posiciones, no dejaba respirar al rival cuando lograba recuperar la bola. Ese equipo tan solidario, infatigable y que corría por todo el campo con sentido, es casi indestructible. Lo saben en Europa y en LaLiga. Cuando este equipo saca su carácter, que hacía tiempo que no lo mostraba, no deja hacer absolutamente nada a sus rivales.
El Wolfsburgo, pese a los cambios, no logró inquietar en la segunda mitad al Sevilla. Acuña seguía siendo un bulldozer, superando líneas en conducción sin que nadie pudiese pararle; Fernando barriendo cualquier balón que circulara en campo sevillista; y Ocampos haciendo un partido que no se le recordaba, con un trabajo descomunal que sumó a un tranquilidad sorprendente, que le ayudó a asistir a Rafa Mir en el descuento para el 2-0.
¿Algún sevillista cree ahora que el Sevilla no va a pasar a la siguiente fase? ¿Hay dudas sobre Lopetegui y sus hombres viendo el partido ante el Wolfsburgo? El sevillismo tiene licencia para soñar con este conjunto.
Ficha técnica
Once del Sevilla FC: Bono; Montiel, Diego Carlos (Rekik, 90+2′), Koundé, Acuña; Fernando, Jordán (Delaney, 82′), Rakitic (Augustinsson, 90+2′); Ocampos, Papu Gómez (Óliver, 80′) y Munir (Rafa Mir, 80′).
Once del Wolfsburgo: Pervan; Baku (Mbabu, 75′), Brooks, Lacroix, Roussillon (Paulo Otávio, 75′); Guilavogui, Arnold, Vranckx (Lukebakio, 75′); Gerhardt (Philipp, 66′), Nmecha y Weghorst.
Goles: 1-0 (13′, Jordán), 2-0 (90+5′, Rafa Mir).
Arbitraje: Çakir (Federación de Turquía). Amonestó a Fernando en el Sevilla. Vieron amarilla en el Wolfsburgo Guilavogui, Arnold y Nmecha.