El debate sobre la figura de Iván Rakitic va a existir en el sevillismo hasta que el croata abandone, por segunda vez, el Sevilla FC. Los recuerdos de aquel mediapunta llegador, que rompía líneas en conducción y que era parte fundamental del primer Sevilla de Emery siguen latentes. Al ex del Barça se le exigen ciertos aspectos que realmente ya no maneja por su evolución como futbolista y por su edad y ha pasado a un rol mucho más posicional en el que tampoco es capaz de encajar.
Joan Jordán fue uno de los señalados por el rendimiento de Rakitic. El once predefinido de Lopetegui contaba con ambos futbolistas en el centro del campo escoltados por un Fernando que necesitaba de ambos futbolistas en la vuelta. El catalán, que tampoco está en su mejor momento, pisaba las mismas zonas de acción que el ex del Barça y ambos quedaban tapados por el otro. Caían en las mismas alturas, tenían los mismos déficits a la hora de replegar… El técnico sevillista necesitaba tocar algo ante la fragilidad que estaba mostrando el Sevilla en este arranque de temporada como vimos ante el RB Salzburgo.
Frente a la Real Sociedad, Julen Lopetegui decidió darle descanso a Jordán y darle la oportunidad a Thomas Delaney junto a Fernando y Rakitic, formando un doble pivote con el croata por delante para darle más movilidad al equipo. A priori, el Sevilla iba a pertrecharse por dentro con dos jugadores muy físicos y posicionales e iba a intentar salir rompiendo líneas. ‘Indultando’ al danés por ser su primer encuentro como titular, los primeros 45 minutos de Iván Rakitic, refrendados por un técnico que insiste con él como brazo ejecutor, no se pueden sostener.


Este mapa de pases de la primera mitad del Real Sociedad – Sevilla FC es esclarecedor. Además de estar ‘preso’ el equipo por la gran presión del cuadro txuri-urdin, los pases verticales son casi inexistentes. La mayoría de los pases de Delaney y Rakitic son horizontales, incapaz de superar la presión realista y facilitaron aún más la tarea de los de Imanol de seguir ahogando a los nervionenses en su propio campo.


Poniendo el foco, únicamente, en Iván Rakitic, el gráfico es aún más preocupante. Algo más liberado de la tarea defensiva al contar con un doble pivote, el croata anduvo perdido y no tuvo la capacidad de darle salida al cuadro sevillista. Los pases más cerca de la frontal se producen cuando Lopetegui, ante los problemas en salida de balón de los nervionenses, decide retrasar su posición para intentar salir con mayor clarividencia y velocidad en la circulación, pero es que se muestran muy pocos cambios de orientación y pases hacia adelante, que son vitales para sacudirse la presión y correr hacia la portería contraria.
Que fuese sustituido al descanso no fue casualidad ni mucho menos. No sólo por la amarilla, que también, pero Rakitic no estuvo, de nuevo, al nivel que se le pide. Tras una temporada de ‘adaptación’ a un fútbol tan distinto al que practica el FC Barcelona, no nos podemos quedar satisfechos de un futbolista que sí es cierto que puede servir para ciertos contextos pero no para liderar a un equipo con los objetivos de los nervionenses.