El sabio refranero español tiene frases para todas las situaciones. Lo vivido en el RCD Stadium se puede resumir en que vemos la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro. Mientras los sevillistas, a los que no les falta razón, echan la culpa de la derrota al infame González Fuertes, Julen Lopetegui y su Sevilla FC son igual o más culpables que el peor colegiado del arbitraje español del empate de los de Nervión en Cataluña.
Encuentro que se resume fácil: primera mitad plácida para los sevillistas que metieron la que tuvieron, una segunda mitad en la que se sale adormilado y te empatan y González Fuertes acaparando los focos para dar por terminada la obra. No hizo una mala primera mitad el Sevilla ni mucho menos. Alguna que otra contra que no se logró culminar, alternó posesiones largas con juego directo y en defensa Fernando organizaba a los suyos desde el centro de la zaga. La lesión de Martial dio entrada al ‘chiquitito’ Papu Gómez, que no tardó mucho en dar una asistencia marca la casa para el discutido Rafa Mir, que definió como lo tienen que hacer los buenos delanteros.
Esta es la parte buena, pero la mala… Ay, la mala. Lopetegui se inventó un rol de Delaney que el danés no pudo ejercer. Soltar al danés intentando, salvando las distancias, que fuese el Iborra de Unai Emery hizo que el Sevilla jugase con uno menos hasta que se marchó Joan Jordán en la segunda mitad. No le bastó con el esperpento que hizo con el ex del Dortmund, porque volvió a alinear al catalán en el centro del campo e inmediatamente se estaba jugando con nueve futbolistas. Los errores groseros todos los partidos de Joan Jordán son difíciles de explicar, al igual que jugar todo el partido con Tecatito como lateral. Ataques de entrenador lo solemos llamar. Lo de Augustinsson fue por necesidad, pero de jugar con once se pasó a jugar con ocho.
Si la primera mitad ya había tenido errores de planteamiento graves pero no sufrió, la ‘caraja’ con la que el equipo salió al RCD Stadium en la reanudación fue el colmo. Yangel Herrera, que se sale cada vez que juega con el Sevilla, avisó en la primera mitad de que había que tener ojo con las llegadas de segunda línea y desde ahí llego el gol perico. Augustinsson, al que le comieron la tostada en cada duelo, no anduvo acertado en cerrar el centro, Jordán pierde la marca de Darder, Koundé se resbala y el centrocampista catalán igualaría el encuentro en el 49′ del encuentro.
Lopetegui veía como su equipo, ahora sí, no podía hacer absolutamente nada. El barco estaba haciendo aguas y no había ni timón ni mástil. Cogió tablones de la bodega, tapó algunos boquetes del casco, se inventó un mástil que se preveía que no iba a aguantar mucho e intentó enderezar el rumbo. Óliver Torres y Rakitic por Augustinsson y Jordán, los dos peores del Sevilla sin dudas ante el Espanyol, y Navas y En Nesyri por Rafa Mir y Tecatito para apuntalar el barco.
Al son del extremeño parecía que los de Lopetegui podrían recomponerse, pero ahí estaba el que siempre es protagonista por encima de los futbolistas: González Fuertes. Este señor, del que todos los equipos de LaLiga han presentado, seguro, quejas, amonestó a Koundé en el 69′ en una falta que se inventó ante la incredulidad de los sevillistas. Óliver Torres ‘pasaba’ de protestar, porque ya conoce como se las trae este tipo. Siete minutos después, en el 76′, iba a mandar a vestuarios al francés por revolverse, ni más ni menos. Que se consideren agresiones este tipo de jugadas y que luego futbolistas impacten premeditadamente contra otros árbitros y sólo se muestren amarillas… Mejor me reservo la opinión. Que González González, con el que forma el dúo dinámico de Primera División, estuviera en el VAR tampoco ayuda.
El Espanyol iba a tener una en las botas de De Tomás pocos minutos después de la expulsión de Koundé y poco más. No fue a buscar al Sevilla, se pertrechó atrás y se repartió los puntos con los sevillistas, que además de al zaguero francés y presumiblemente Martial, también pierde a Ocampos para El Gran Derbi del próximo domingo.
Ni uno ni otro: los dos. González Fuertes por su grandioso papel de querer ser protagonista y Julen Lopetegui por ser extremadamente errático y buscar atajos en calles sin salida decidieron el reparto de puntos en el RCD Stadium.
FICHA TÉCNICA
Once del RCD Espanyol: Diego López; Óscar Gil, Sergi Gómez, Cabrera, Pedrosa; Darder, Bare, Yangel; Puado, Vilhena y De Tomás.
Once del Sevilla FC: Bono; Tecatito, Koundé, Diego Carlos, Augustinsson; Fernando, Delaney, Jordán; Ocampos, Martial y Rafa Mir.
Goles: 0-1 (35′, Rafa Mir), 1-1 (49′, Darder).
Arbitraje: González Fuertes (Comité Asturiano). Amonestó a Bare, De Tomás y Aleix Vidal en el Espanyol. Vieron amarilla en el Sevilla Augustinsso, Tecatito, Ocampos y Koundé, que además vio roja directa.