Ganar, aunque a veces puede llegar a confundir, también da alas. Después de conseguir la segunda victoria liguera en Mallorca, los de Jorge Sampaoli intentarán agarrarse a la inercia para no volver atrás.
A pesar de no jugar un buen partido en tierras baleares, el momento emocional del equipo demandaba tres puntos como el comer. De la forma más improbable posible, un tiro a puerta desde cuarenta metros otorgó la victoria a los rojiblancos. Fuera de los puestos descenso las cosas se ven desde otra perspectiva, aunque la realidad futbolística haya cambiado poco.
Pese a alcanzar la segunda victoria como visitante en lo que va de curso, el casillero de triunfos como local sigue a cero. Para romper la mala racha, el obstáculo de los sevillistas esta tarde será un Valencia que nada tiene que ver con el equipo de la temporada pasada.
La llegada de Gattuso ha traído aire fresco a la entidad. Con su particular forma de entender el fútbol, el italiano ha conseguido dar forma a una renovada plantilla que ya se encuentra rozando los puestos europeos. La hinchada ché vuelve a ilusionarse con su equipo después de unos años con más sombras que luces.
La llegada de Cavani fue la guinda del mercado de fichajes valencianista. El uruguayo, que anotó un gol en el empate de su equipo ante el Elche CF el pasado fin de semana, era duda para el encuentro de esta tarde debido a unas molestias, pero se ejercitó con normalidad en el último entrenamiento. El técnico italiano tendrá al delantero a su disposición, lo que dará aún más mordiente y empuje al ataque visitante.
En el lado nervionense, Jorge Sampaoli sigue sin contar con Fernando Reges, además de las ya conocidas bajas de Karim Rekik y Tecatito Corona. El pivote brasileño, pese a entrenar con el equipo en la sesión matinal del domingo, volvió a ausentarse ayer al recaer en el malestar que acarreaba tras sufrir mononucleosis.
Ganar es fundamental en el aspecto emocional. Encontrar un sello identificativo es mucho más sencillo cuando se consiguen victorias, además de acelerar el proceso de adaptación a la nueva idea de juego. Porque, como en otros muchos ámbitos, es bastante más difícil levantarse cuando no acompañan los resultados. No perder la senda será fundamental ante el cercano peligro de volver a mirar atrás.