El Sevilla FC visita Dinamarca con la sensación de no poder permitirse el más mínimo traspié. En el fútbol el tiempo escasea y la caótica situación vivida la semana pasada en el Ramón Sánchez-Pizjuán marcó un antes y un después en el devenir de la temporada. Tras la abultada derrota ante el Manchester City en casa, las opciones de pasar a la siguiente fase dependen de conseguir la victoria esta noche. Enfrente, espera un Copenhage que regresa a la máxima competición continental con la ilusión por las nubes.
La victoria en Cornellá sirvió de impulso para un equipo que llegaba a Barcelona sin conocer la victoria esta temporada. Hubo algunos brotes verdes, con el canterano José Ángel a la cabeza, que demostraron que la plantilla está con el entrenador. La continuidad de Julen Lopetegui está ligada a los resultados. A nada más. Será una semana clave para el técnico vasco, que después de la jornada de Liga de Campeones viajará a Villarreal para medirse a uno de los equipos más en forma del campeonato.
A escasos meses de que se dispute una atípica Copa del Mundo, el calendario queda más apretado que nunca. Y esto reduce el margen de error. La fase de grupos al completo se disputará antes del Mundial de Catar, lo que obliga a los equipos a sacar adelante los resultados con más urgencia que ningún año. Las prisas suelen ser malas consejeras, pero en el fútbol el presente es lo único que se valora.
Tras el desgaste en el encuentro ante el RCD Espanyol, no sería extraño ver rotaciones en el once. Teniendo en cuenta el próximo rival liguero, jugadores como Isco o Fernando, que disputaron más de cien minutos, podrían dejar paso a otros como el Papu Gómez o Gudelj. El técnico vasco restó importancia a la crisis vivida en el entorno del club, esperando que “en pocas semanas el equipo esté más fuerte”.
Por su parte, el Copenhage llega al partido inmerso en una mala racha tras perder tres de sus últimos cuatro encuentros. El conjunto danés viene, eso sí, con ganas de dar guerra dada la poca frecuencia con la que disputa la máxima competición continental. Es la primera vez que este equipo, el más laureado en la historia del fútbol danés, recibe al Sevilla FC. Se espera un gran ambiente en el Parken Stadion, que ha colgado el cartel de no hay billetes. Todo un fortín que la última vez que acogió una fase de grupos de Liga de Campeones, allá por 2016, no conoció la derrota. Su entrenador, Jess Thorup, asume que deberán “jugar casi a la perfección para ganar”.
Será un partido especial para los dos daneses de la plantilla sevillista: Delaney y Dolberg. Ambos se reencontrarán con su feudo habitual en los partidos con la selección nacional. Además, el ex del Borussia Dortmund se enfrentará a la que fue su primera camiseta como profesional. No sería extraño que fueran de la partida en un encuentro más que especial para ellos.
Tras conseguir la primera victoria en el torneo doméstico, llega el momento de buscar la primera en Champions League. El Sevilla FC se ha quedado a vivir pegado a la pared mientras la estocada final parece no querer llegar. Ahora la competición sigue y la necesidad de ganar se convierte en la única realidad. El tiempo, única vara de medir para un proyecto que vive diariamente en el alambre.